También prorrogó el subsidio a los tambos que producen hasta 2900 litros diarios y abrió la exportación de 4 millones de toneladas de maíz y 500.000 toneladas de trigo
A dos días de una nueva protesta rural, el Gobierno anunció ayer una ampliación en el sistema de subsidios a pequeños y medianos productores de granos que, en los hechos, representa una compensación de retenciones. También prorrogó por otros tres meses el subsidio a los tambos que producen hasta 2900 litros diarios de leche y abrió la exportación de 4 millones de toneladas de maíz y 500.000 toneladas de trigo del sur de Buenos Aires y La Pampa.
Esos fueron los puntos más importantes de un combo de 13 medidas que presentaron ayer los ministros de Economía y Agricultura, Axel Kicillof y Carlos Casamiquela, acompañados por el secretario de Comercio, Augusto Costa, y el presidente del Banco Nación, Juan Forlón, luego de haberse reunido con la cúpula de la Federación Agraria (FAA). La dirigencia rural, sin embargo, no se quedó para la foto y prefirió dar su versión en una conferencia de prensa separada (ver aparte).
Luego de semanas de gestiones con FAA, Economía decidió ampliar la cantidad máxima de toneladas que debe tener un campo para acceder al Programa de Estímulos al Pequeño Productor (PEPP), que, en los hechos, funciona como una compensación segmentada de retenciones a los cultivos. Cada productor recibe, en promedio, $ 5000 por mes, pero esa suma es mayor cuanto menor sea la extensión del cultivo.
Según anunció Kicillof, el límite pasó de 700 a 1600 toneladas para los cultivos de trigo y girasol, de 1400 a 1600 para los productores de maíz y de 700 a 1000 toneladas para la soja. El límite para la combinación de cultivos también se amplió a 1000 toneladas y, para sumarlas, las de trigo, maíz y girasol se cuentan por la mitad. Así, si un productor sembró 200 toneladas de girasol, 200 de trigo y 200 de maíz, contará 300 toneladas y podrá sembrar hasta 700 de soja para recibir el beneficio.
Esa cifra más que compensa lo que paga el pequeño productor de retenciones (que, en rigor, tributa el exportador, pero descuenta del precio al productor), según los cálculos del Gobierno. Así, una producción de hasta 200 toneladas de trigo recibirá una suma que equivale al 96% de la retención teórica y un pequeño cultivo de maíz recibirá el equivalente al 144,5% de la retención. Ese porcentaje decrece a medida que se extiende la producción. Una producción de entre 1200 y 1600 toneladas de trigo recibirá el 20,8% de lo que paga de retenciones y una de maíz, el 17,1%. En promedio el Gobierno devolverá el 11% de la retención al maíz y el 14,1% del impuesto al trigo. «Para los pequeños productores, esto significa como no pagar retenciones», dijo Kicillof.
La ampliación de los límites de producción implica incrementar en 6687 productores la cantidad de potenciales beneficiarios, según el Gobierno. De los 49.000 actuales, el universo se amplió hasta casi 56.000. Sin embargo, hasta el momento se inscribieron 28.617 productores. En diálogo con El Cronista, Costa consideró que «FAA tuvo un rol importante en la difusión (pero) hubo mucho boicot explícito por parte de la mesa de enlace, que les decía a los productores que no se anoten». Los productores de hasta 700 toneladas que se inscriban hasta el 31 de octubre cobrarán retroactivo a marzo, mientras que el resto lo hará a partir de ahora.
La ampliación de las compensaciones llega en el tramo final de la siembra de tiempo, que termina el 31 de julio. Según privados, habrá una merma en el área sembrada de entre 20% y 30%. Para Economía, la baja rondará el 10%.
Además, el Gobierno extendió por otros tres meses el subsidio de 30 centavos por litro de leche a los tambos de hasta 2900 litros diarios y afirmó que simplificará los requisitos para que los productores se inscriban al registro, sin acudir a certificados que debía entregar la industria.
También se liberarán 4 millones de toneladas de maíz para exportar. Según operadores del mercado, se esperaba la liberación de 7 millones, ya que existe 1,5 millón ya comprometido.
Y se liberarán 500.000 toneladas de exportación de trigo, pero exclusivamente para productores del sur de Buenos Aires y La Pampa.
“Federación Agraria nos expuso que es un trigo de exportación, de baja proteína, por el que se paga un precio reducido”, explicó Kicillof, y agregó que pedirán “documentación sobre el precio de compra del exportador”, para verificar que se pague el precio del FAS teórico (precio en puerto, descontados retenciones y flete), algo que los productores denuncian como incumplimiento recurrente.
El combo de medidas también incluye una flexibilización de las condiciones crediticias del Banco Nación.
Los créditos blandos estarán disponibles ahora para productores de hasta 1000 toneladas, en vez del límite de 600 toneladas previas. Además, se aliviará el requisito de acopio. El BNA obligaba a tener menos del 10% de la producción en acopio para acceder a un crédito; ese límite se extendió a 25%, pero nunca más de 120 toneladas.