La devaluación anual estimada en Rofex es del 35%, mientras que en MAE alcanza el 31%. Muy lejos del dólar promedio de $ 6,33 que el gobierno proyectó en el presupuesto del 2014
Una cosa es lo que dice el Gobierno en el presupuesto y otra cosa totalmente distinta es lo que sucede en los mercados de futuros que domina y controla el mismo Gobierno. Hace un mes y medio, el ministerio de Economía presentó el presupuesto 2014, donde detalló que prevé un dólar promedio de $ 6,33 para el 2014. Sin embargo, el dólar futuro de MAE arroja una cotización de $ 6,37 para el primer mes del año próximo, mientras Rofex tiene un valor de $ 6,385. En ambos casos, si se anualiza la tasa y se la lleva a octubre de 2014, rozaría los $ 8.
“El BCRA usa estas cifras como una herramienta más de política monetaria, interviniendo estos mercados. Si bien no está todos los días poniendo precios, sale a aplanar la tasa cuando es necesario, al comprar cuando hay mucha oferta, mientras que cuando hay una corrida participa vendiendo”, advierte un conocedor del mercado. En tanto, los Non-Deliverable Forward (NDF), contratos de futuros en el exterior, donde el gobierno argentino no incide en lo más mínimo, marcan otro cantar: una tasa devaluatoria del peso del 60% anual en los contratos en Wall Street a dos meses de plazo, aunque a seis meses la tasa desciende al 54% y a nueve meses es del 51%.
¿A qué obedece esta aceleración en la devaluación prevista para el año próximo? En primer lugar a la suba de la tasa en pesos. “Por otro lado, a nuevos actores que se sumaron a este mercado, como es el caso puntual de los importadores, que al tener restricciones para traer mercadería del exterior, tienen un flujo de dinero que lo utilizan como cobertura, para estar a salvos de no perder capital de trabajo el día que le vuelvan a abrir la puerta importadora.
Máxime en un contexto político de plena incertidumbre, donde se rumorea que después de las elecciones el gobierno puede llegar a tomar alguna medida con el tipo de cambio”, revelan las fuentes.
Por otra parte, en la City no apuestan a un ritmo parejo de devaluación, sino sostienen que en algún momento puede producirse un toque más fuerte, de entre el 5% y el 10%, momento en el cual los inversores tratarán de vender sus contratos de futuros, para hacerse de una ganancia.
Nicolas Litvinoff, director de Estudinero, indica que esto se da porque la inflación real en torno al 25% anual hace que los mercados accionen anticipando un número mayor (en este caso de 10%), para luego si es necesario corregir a la baja: “Es mentira eso de que los mercados nunca se equivocan: los mercados viven equivocándose y corrigiendo. Yo tomaría el 35% de devaluación proyectada del Rofex como un punto de referencia de lo que se espera para el año que viene, que podría estar entre el 25 y el 45%”.
Gustavo Perilli, socio de AMF Economía, advierte que participan en Rofex grandes jugadores vinculados al negocio de instrumentos de futuros: “Es una cuestión vinculada a las elecciones y a la alta posibilidad que la política cambiaria implemente una sensible segmentación de tipos de cambio en las próximas semanas y que el shock no sea del todo suave. El panorama está demasiado caldeado y los precios de la macro presionan los techos”.