El XXII congreso anual de la Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid) tuvo ayer su apertura formal con discursos que alternaron entre el homenaje a los fundadores de la entidad.
El XXII congreso anual de la Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid) tuvo ayer su apertura formal con discursos que alternaron entre el homenaje a los fundadores de la entidad (que este año cumple 25 años), el reconocimiento a los nuevos desafíos que enfrenta el sector con las malezas resistentes como peor enemigo, y reclamos reiterados al gobierno por "mayor previsibilidad y seguridad jurídica".
Con aires renovados tras la asunción de la nueva presidenta María Beatriz Giraudo, el puntapié inaugural de "La Misión" (un nombre con connotaciones religiosas y técnicas por partes iguales) sorprendió con música en vivo por parte de un cuarteto femenino de percusión, y un payador de los tiempos modernos que alternó décimas tradicionales con conceptos como "sistemas sustentables" y conservacionismo.
En su discurso, Giraudo no eludió los problemas que presenta un modelo cuya bala de plata, el glifosato, ya no alcanza para resolver todos los problemas, y que además no está afuera de las tensiones económicas y políticas que periódicamente sacuden el escenario nacional.
De alguna manera, el propio encuentro fue una foto de la actualidad del campo, con acotada presencia de las firmas de maquinaria agrícola y referencias constantes al cambio de paradigma que significa la persistencia de las malezas resistentes.
Giraudo también resaltó que desde Aapresid se trabaja por la sustentabilidad de los sistemas agropecuarios, y que los productores que engloba la entidad que ahora preside están "en perfecta sintonía" con lo que denominó el "ecoprogreso".
"Tenemos desafíos como la extensión de un monocultivo de soja con baja reposición de nutrientes, un superávit de agua disponible no utilizada, la falta de rentabilidad de la mayoría de los cultivos y las malezas resistentes", reconoció, para advertir enseguida que esa baja en la productividad del sector abre puertas no deseadas a "irresponsables que hacen surgir voces del pasado", en referencia al sistema de labranza tradicional.
Ante la mirada de buena parte de la dirigencia ruralista presente en el salón, Giraudo hizo entrega de un documento "del campo a la política" (representada por la intendenta Mónica Fein, el secretario de Agricultura de la provincia Luis Contigiani y el secretario de Agricultura de la Nación, Gabriel Delgado) que según dijo "avala el camino y describe las propuesta para una nueva política agropecuaria" tal como ya había sido expresado en el documento final del foro de convergencia empresarial del pasado mes de abril.
Para la dirigente "el país está en un punto de inflexión", y es el momento de definir políticas "con faros largos donde no prevalezcan los intereses particulares".
"La mesa de enlace es un ejemplo invicto de trabajo en común", afirmó ante los representantes de la Federación Agraria, la Sociedad Rural, Carsfe, Coninagro, Maizar, Acsoja y el gremialista Momo Venegas.
Delgado, en representación del gobierno nacional, aseguró que desde Agricultura estudiarán el documento con "los oídos muy abiertos y las manos listas para trabajar". Luis Contigiani, del gobierno provincial, dijo que el escenario "es difícil" y reclamó la construcción de un federalismo "en serio".