Bajo el escenario de una resolución favorable en la reestructuración de la deuda, los analistas comienzan a valorar algunas acciones y bonos, que podrían lograr apreciaciones por encima del promedio.
Pareciera que después de varios meses de discusiones, cuatro propuestas de reestructuración de los bonos argentinos bajo ley extranjera, consecuentes beneplácitos, y previsibles rechazos, aunque suavizados por la intención de los acreedores más duros de mantener viva la interacción con el Gobierno, entramos decididamente en la recta final de las negociaciones sobre el canje de la deuda.
Si bien aún persisten algunos grises legales, con cláusulas que no conforman a los fondos más importantes, como BlackRock, desde lo financiero, las diferencias son mínimas, ante lo cual los activos locales han venido respondiendo con subas importantes en sus precios, aunque también han atravesado por mini rachas de toma de ganancias, y lateralización, producto de las idas y venidas en las conversaciones entre el Gobierno y los bonistas, junto con la condicionalidad que imponen los efectos del derrumbe de la economía argentina (producto del aún incierto impacto del covid-19 y las distintas medidas para contrarrestarlo), sin soslayar el volátil clima externo (esta semana comenzaron a publicarse balances del nefasto segundo trimestre) al que están expuestos las acciones y los bonos soberanos.
Bajo el escenario de una resolución favorable en la reestructuración de la deuda, los analistas del mercado comienzan a ponderar algunas acciones y bonos, que podrían lograr apreciaciones por encima del promedio, ya sea por retrasos en sus precios, condiciones favorables para su sector, buenos fundamentales, o expectativas de buenas probabilidades para ciertos eventos.
Renta fija
Si bien desde la propuesta inicial del canje, presentada hace tres meses, los bonos en dólares subieron hasta 82% (desde precios muy deprimidos), aún hay oportunidades para capturar retornos, en un caso de una reestructuración exitosa, concuerdan los especialistas. El director de Proficio Investment, Rafael Di Giorno, destaca en ese sentido el Bonar 2020 (A020, bajo ley argentina) que, con una paridad del 42% y asumiendo que se va a enviar al Congreso un canje de deuda local en los próximos días, “es un riesgo que me gusta tomar”.
“Se habla que el Gobierno presentará la alternativa de una canasta de bonos en dólares y a su vez daría la opción de canjear por bonos en pesos”, remarca. En rigor, el Gobierno ha venido mostrando esfuerzos por rearmar la curva del mercado de bonos pesos. “Entendemos que al Ministerio de Economía le conviene priorizar los títulos de deuda ley local, ya que el financiamiento que tenga en el corto plazo va a provenir casi excluyentemente de este sector”, razona Di Giorno.
Para Sergio Morales, fundador de Interfinanzas.org, el Discount ley argentina (DICA) “aún se mantiene como uno de los favoritos para los inversores, junto con el Par (PARA)”. Ambos se encuentran con una paridad de alrededor del 44% y 40%, respectivamente, más allá de registrar un interesante “upside” tras el anuncio de igual tratamiento que los bonos ley extranjera, subraya. Por su parte, Juan Ignacio Abuchdid, presidente de Invertir en Bolsa (IEB), considera que en las actuales circunstancias los Fondos Comunes de Inversión (FCI) dólar linked, que replican el comportamiento del tipo de cambio oficial, son “activos interesantes tanto para el inversor retail que tiene pesos y busca mejor rendimiento que un plazo fijo, como para el cash management de importadoras”.
Si bien el dólar mayorista es regulado por el Banco Central, viene aumentando a una tasa de 35% anual, mayor al 30% que pagan hoy los plazos fijos. Abuchdid, que recomienda el FCI IEB Renta Fija (incluye, entre otros, bonos corporativos dólar linked, cuyas colocaciones vienen creciendo fuerte en los últimos dos meses), argumenta que “la importante emisión monetaria para paliar el impacto del covid-19, generará presiones en el corto plazo para que dicha tasa de depreciación acelere su ritmo, aumentando entonces el rendimiento de estos fondos”.
Renta variable
Para aquellos inversores más tolerantes al riesgo, la reacción más inmediata debería provenir del sector financiero, coinciden los especialistas. Entre el conjunto de bancos, Di Giorno sugiere el Banco Macro (BMA), cuyas acciones son las más atrasadas dentro del sector: acumula una caída del 42% en 2020 frente a mermas de entre 10 y 15 puntos menos de otras entidades.
“En momentos en que la recesión hace estragos y los bancos son hostigados con subas de impuestos por gobiernos locales, Banco Macro tiene un management que sabe trabajar en estos contextos complicados. Para muestra basta la crisis de 2001, que terminó con una entidad consolidada”, rememora el director de Proficio.
Para inversores de mediano y largo plazo, el fundador de Interfinanzas.org pondera las acciones de la agencia de viajes online Despegar (DESP), que cotizan en Wall Street (además de operar en BYMA como Cedear). Según el analista, la empresa, golpeada como todas las compañías del sector de turismo (acumula una pérdida del 46% durante 2020 en Nueva York) puede, sin embargo, presentar una “oportunidad a largo plazo” si comienza la reactivación de venta de pasajes en vistas del verano/invierno 2021.
Por último, el presidente de Invertir en Bolsa ve con mucho atractivo la acción de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA). “La compañía cotiza a múltiplos interesantes que denotan un castigo excesivo sobre su precio. Destacamos su capacidad de generar ingresos estables y su posición de caja en dólares, equivalente al 30% de su capitalización”, explica. A su vez, cualitativamente “observamos que su management ha demostrado una excelente gestión.