La suba del dólar hasta rozar los $ 600 no afectó a los activos locales, que mantienen su buen comportamiento. Los inversores parecen descontar un buen escenario producto de las elecciones primarias, cuando todavía hay mucha incertidumbre por los resultados
El “trade electoral” goza de buena salud y ayer quedó muy claro que los inversores continúan apostando a un buen clima post PASO. Particularmente ayer fue una jornada floja para Wall Street, cuyos principales índices operaron en rojo desde principio a fin. Sin embargo, el contraste fue con el comportamiento del mercado local fue notable, ya que se registraron importantes subas nuevamente tanto en acciones como en bonos.
El índice de acciones líderes terminó 3% arriba y algunos papeles que cotizan en Wall Street subieron entre 3% y 4%, incluyendo bancos como el Galicia, Macro, Vista e YPF. Aunque los papeles locales están entre los de mayor suba a nivel global en lo que va de 2023, todo indica que aún tendrían espacio para seguir ganando terreno.
Posiblemente el interrogante que recorre las sociedades de Bolsa y también a los bancos es hasta qué punto se estarían subestimando los riesgos vinculados al “día después” y posiblemente a las semanas posteriores al resultado de las PASO. Todavía están frescos los recuerdos del derrumbe ocurrido hace exactamente cuatro años, cuando un resultado inesperado en las primarias (la contundente victoria de Alberto Fernández) provocó una histórica caída en los precios de los activos y un salto del dólar de $ 45 a $ 60 en una sola jornada.
Ahora la evolución de los mercados parece desestimar por completo la reiteración de un escenario disruptivo como el sucedido en agosto de 2019. En otras palabras, las chances de un derrumbe por un resultado inesperado serían mínimas.
Pero aún cuando es muy probable que la historia no se repita, tampoco está claro que el resultado electoral convalide las actuales valuaciones o incluso impulse adicionalmente hacia arriba las cotizaciones. Este escenario debería suceder, de acuerdo a la lectura mayoritaria de los analistas, si Juntos por el Cambio se impone como coalición con claridad respecto a los votos que reciba Unión por la Patria. Las dudas que despiertan las encuestas y los gruesos errores de medición en las elecciones provinciales no permiten tomar nada por seguro.
¿Qué podría suceder, por ejemplo, si Sergio Massa consigue un resultado mejor al esperado aún en medio de una situación económica endeble? Aunque no se espera un derrumbe, tampoco puede descartarse que se produzca una significativa toma de ganancias. Rápidamente surgirán preguntas sobre el rol del kirchnerismo, pero especialmente los precios podrían reflejar la sorpresa ante un escenario no del todo esperado por los inversores. Los riesgos post PASO no son exclusivamente políticos. También se puede dar un escenario de mayor presión inflacionaria o de un desborde cambiario, que podría complicar la transición electoral de manera significativa. Esto también podría tener un impacto negativo en precios, algo que no sucedió en estas últimas semanas: la suba del dólar no afectó la mejora de los activos financieros.
Los bonos no se quedaron atrás y también se muestran firmes, a pesar de un contexto internacional más complejo. La Reserva Federal norteamericana volvió a subir las tasas y el rendimiento de los bonos del Tesoro americano a 10 años fueron arriba del 4%, desincentivando las alternativas de riesgo. Sin embargo, la deuda argentina estuvo lejos de ser afectada.
Los más favorecidos fueron los bonos emitidos bajo ley local, con subas de entre 1,5% y 2,5%. Esta mejora, sin embargo, admite dos lecturas. Por un lado inversores que se posicionan en deuda local a la espera del resultado de las PASO, pero también los que buscan cubrirse con instrumentos en dólares, ante las dificultades para comprar divisas que presenta un cepo cada vez más recargado. Como resultado, el riesgo país volvió a bajar un escalón y quedó al borde de perforar los 2000 puntos básicos.