El resultado de las PASO, que dio un espaldarazo al oficialismo en gran parte del país, marcó un antes y un después en el mercado cambiario, llevando al dólar a sufrir en agosto su primer descenso mensual desde marzo pasado.El billete que se consigue a través de los bancos acusó durante el octavo mes del año un retroceso de 31 centavos (-1,7%) a $ 17,63, según el promedio de ámbito.com en entidades financieras y agencias de la city porteña.
La divisa venía de acumular cuatro alzas mensuales consecutivas: en abril aumentó un 0,4%, en mayo, un 4,2%; en junio, un 2,9%; y en julio, un 6,3%.
La escalada alcista había llegado incluso hasta mediados de agosto, de la mano de una sobrecalentada demanda de divisas (se estima que alcanzó niveles récord) llevando al precio a tocar un máximo de $ 18,01, nivel que podría haber sido superado ampliamente de no ser por las importantes intervenciones que efectuó el Banco Central.
Entre el 3 y el 11 de agosto, la autoridad monetaria se debió desprender de unos u$s 1.555 millones, para contener al billete en torno a los $ 18 (esas ventas fueron compensadas a través de sendas compras al Tesoro por unos u$s 1.600 millones).
Ahorristas, bancos, empresas e inversores en general habían reaccionado a una serie de encuestas que ubicaban primera a la expresidente Cristina de Kirchner, y segundo a Esteban Bullrich, de Cambiemos, por entre 4 y 5 puntos. El movimiento del tipo de cambio al alza era previsible, como sucede en cada época pre electoral, pero los pronósticos lo habían profundizado.
Sin embargo, el resultado de las PASO sorprendió al mercado ya que la diferencia fue casi inexistente más allá del triunfo simbólico de la exmandataria por unos 20 mil votos. Esto, sumado a la buena performance de Cambiemos en varios distritos del país, ayudó a descomprimir finalmente una generalizada dolarización de carteras.
A la par, el Central ajustó aún más las tasas de las Lebac en el mercado secundario, llevándolas por encima del 27%, tanto a la más corta, como a las más largas de la curva de rendimientos (hasta el 27,35%), para quitar más pesos de la plaza en su lucha por combatir una inflación dura de roer.
Así, el tipo de cambio minorista llegó a tocar un mínimo de $ 17,37: en sólo 48 horas el precio se había hundido 64 centavos un 3,5%. Desde aquel momento el precio operó con amplitudes acotadas y casi nula volatilidad, salvo el último martes, jornada en la que avanzó 14 centavos (por temor de los inversores a que se grave la renta financiera).
• Última rueda del mes
Este jueves, el dólar bajó seis centavos a $ 17,63, ya que en el segmento mayorista predominaron los ingresos de divisas -sobre todo en la última parte de la rueda- y provocaron una caída de ocho centavos en la divisa, que cerró a $ 17,34 (en agosto cedió 33 centavos).
La sesión tuvo un recorrido dispar, con alzas y bajas y cambios de tendencia que se tradujeron en marcada amplitud entre máximos y mínimos operados. Los precios de la moneda norteamericana no se acomodaron definitivamente hasta el comienzo del último tramo del día, cuando la tendencia vendedora se hizo irreversible.
La demanda se mostró más activa desde el inicio de la jornada (liderada por energéticas) hasta que las órdenes de compra fueron perdiendo preponderancia y cedieron el dominio del desarrollo de las operaciones a la oferta de divisas, resaltó un informe de PR Corredores de Cambio.
Los máximos se anotaron en ese lapso cuando puntuales operaciones se registraron en los $ 17,41, doce centavos arriba del cierre previo. La oferta y el desarme de posiciones se fueron imponiendo en forma gradual alterando la tendencia imperante y provocando una baja del tipo de cambio que se acentuó sobre el final de la jornada cuando la fuerza de las ventas hicieron que el dólar tocara mínimos en los $ 17,27.
«Como era de esperar, una vez cubiertos los riesgos de cambio de bancos, empresas e inversores, el dólar mayorista iba a ser ofrecido nuevamente para lograr un mayor rendimiento en inversiones en pesos del mercado secundario de Lebac», comentó el analista Fernando Izzo.
Explicó que «se llegó a marcar el equivalente de u$s 393 millones desde el plazo más corto a 20 días con una tasa de 27,45% hasta 258 días a 27,35%».
En ese marco, el total operado en cambios fue de u$s 532,561 millones, sin que haya intervenido el Banco Central.
El volumen del mercado de futuros fue de u$s 833 millones, de los cuales el 40% fue en el mes de septiembre a un precio de $ 17,5150 con una tasa del 14,41%TNA. El plazo más largo operado fue abril del 2018 a $ 19,80 con una tasa implícita de 21,70%TNA. Los precios de los plazos bajaron todos 13 centavos promedio, hasta marzo inclusive, reportó ABC Mercado de Cambios.
En el segmento informal, a su vez, el blue descendió 17 centavos (-0,9%) en el mes a $ 18,26 (este jueves cerró estable), de acuerdo al relevamiento de este medio en cuevas del microcentro porteño. En tanto, el «contado con liqui» cedió en agosto 32 centavos a $ 17,40 y el Bolsa descendió 35 centavos a $ 17,34.
Por último, las reservas del Banco Central bajaron u$s 361 millones hasta los u$s 48.873 millones.