El ingreso de dólares del sector agrícola pasó de u$s 11.055 millones en 2004 a u$s 24.051 millones en 2014. Más producción y ‘crushing’ y precios altos, la clave del incremento
En un año en el que uno de los principales desafíos económicos de la Argentina es conseguir dólares para pagar compromisos de deuda y, no menos importante, las compras externas para mantener a la industria y dinamizar la economía, el sector agrícola, una vez más, se presenta como uno de los grandes potenciales aportantes a la causa, mal que les pese a muchos productores enemistados con la conducción de Cristina Fernández de Kirchner.
Con un clima que, en términos generales, promete una cosecha cercana a las 54 millones de toneladas de soja, y superar las 100 millones de toneladas totales, contando además al maíz, trigo, girasol y sorgo, el ingreso de divisas vendrá, en gran medida, del aporte del agro.
Esto, pese a la baja de los precios de los commodities que, en términos históricos, siguen siendo altos, aunque la actual estructura impositiva y de costos no deje la renta que dejaba a los productores años atrás.
Prueba del aporte del campo en la última década está dada por el crecimiento de la liquidación de divisas por parte del sector exportador, derivada de la venta externa de granos y subproductos. Según publicó en su informativo semanal la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la liquidación de divisas del año pasado más que duplicó el registro del año 2004. Entre el 1´ de enero de 2004 y el 31 de diciembre de dicho año, se liquidaron u$s 11.055 millones. De esta forma, el valor liquidado en el año 2014 – de u$s 24.051 millones– "representa un incremento del 118% respecto de la liquidación del año 2004", indicó la BCR, sobre datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Uno de los motivos principales del aumento en la generación de divisas del sector en los últimos 10 años está dado por el aumento de la producción. Argentina produjo cerca de 69,7 millones de toneladas de cereales, oleaginosas y otros cultivos (algodón, maní y poroto) en la campaña 2003/04, mientras que en la campaña 2013/14 la producción de estos bienes rondó las 110,7 millones de toneladas, es decir, 54% más.
Adicionalmente, el cultivo más importante, y que más divisas reporta, la soja, generó en la campaña 2003/04 una producción total de 31,5 millones de toneladas de poroto mientras que el año pasado, según el Ministerio de Agricultura, fueron 53,4 millones las toneladas producidas. Para la cosecha 2015 se espera una cifra cercana a los 54,5 millones de toneladas, según estimaciones de la BCR.
La expansión de la industria oleaginosa nacional en el período también aportó lo propio: la capacidad de molienda de semillas oleaginosas pasó de 97.546 toneladas por día en 2003 a 206.931 toneladas diarias en la actualidad, con un crecimiento, en términos relativos, del 122%, indicó la BCR en su trabajo, que lleva la firma del especialista Julio Calzada.
Finalmente, la suba de los precios internacionales fue una gran catapulta: el valor FOB de la tonelada de soja era de u$s 294 en enero del 2004, y de u$s 532 en 2014. Hoy, ese valor ronda los u$s 446 la tonelada.