A diferencia de lo que ocurrió en los primeros dos meses del año, en marzo y abril aumentó la oferta de divisas ¿Cuáles fueron los factores que determinaron el cambio de dinámica?
El Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) generó desde marzo mayor oferta de divisas por aumento del ritmo de la liquidación del agro, dada la mayor estacionalidad -entrada de la cosecha gruesa- y por mejores precios internacionales. Eso le permitió al BCRA pasar de comprar 157 y 633 millones de dólares en enero y febrero a 1.476 y 1.500 millones de dólares en marzo y abril, respectivamente.
Otros determinantes de esta dinámica de la oferta de divisas fueron una menor erogación por pagos a Organismos Internacionales, y menor venta de dólares del BCRA al Tesoro para que éste cancele pequeños pagos de capital e intereses de títulos públicos.
Mientras que en el primer bimestre los pagos a Organismos Internacionales y ventas de dólares al Tesoro sumaron USD 900 millones (caída de reservas netas por USD 586 millones, ya que un pago al FMI por el equivalente a USD 314 millones se hizo con DEG), en el segundo bimestre alcanzaron apenas USD 160 millones.
¿Alcanzan estos factores para explicar la totalidad de los movimientos de Reservas Netas? No, hubo otros dos factores que afectan su nivel: 1) la posición de oro; y 2) las operaciones de compra-venta de títulos públicos con reservas (que explica principalmente la categoría residual “Otros”).
En primer lugar, la caída del precio del lingote de oro en el primer bimestre del año hizo que por este factor los activos externos del Central cayeran en USD 334 millones, mientras que en el segundo bimestre la suba del precio del metal hizo que subieran en USD 110 millones, aproximadamente.
En base a las estimaciones de Portfolio Personal, las compras del BCRA de bonos con reservas habrían alcanzado USD 385 millones en enero, USD 133 millones en febrero, USD 187 millones en marzo y USD 176 millones en abril.
Puerta giratoria
De esta manera, queda de manifiesto que el fenómeno de “los dólares que entran por una puerta, se van por la otra” fue perdiendo asidero con el correr de los meses, al menos en lo que respecta a la compra de bonos con reservas.
Mientras que en enero se compraron bonos con USD 385 millones con un resultado negativo en MULC, y en febrero se destinó el 20,9% de las compras en MULC a esta operación, en marzo sólo se destinó el 12,6%, al igual que en abril. Vale decir que la categoría “Otros” drenó Reservas Netas por USD 540 millones en el primer bimestre y por USD 413 millones en el segundo.
Variación de las Reservas Netas
Por lo tanto, luego de estas idas y vueltas, ¿cómo ha quedado el stock de reservas netas del BCRA? Según las estimaciones de PPI al 26 de abril, los activos externos netos de la autoridad monetaria subieron a USD 5.528 millones, un aumento de USD 1.141 millones en el acumulado del mes, lo que sería el mayor crecimiento desde que asumió el Gobierno.
De este modo, se ubican en los niveles más altos desde fines de septiembre 2020, registrando un repunte respecto al mínimo de fines de noviembre (USD 3.237 millones).
En tanto, las reservas líquidas netas (excluye las tenencias de oro) subieron a USD 1.997 millones, unos USD 280 millones más que en septiembre pasado.
En definitiva, hubo un quiebre de tendencia innegable que le permitirá al Central seguir acumulando reservas, al menos hasta agosto, cuando baja significativamente la estacionalidad de liquidación del agro. Esto no significa que el fenómeno sea virtuoso ni que el enfoque “administrador” de reservas sea conducente en el largo plazo. La demanda privada “aparente” de divisas en Mercado Abierto Electrónico (esto es, descontando al volumen de MAE las compras del BCRA) en marzo y abril se contrajo 17% y 29% interanual. Esta fuerte absorción, que incluso se da contra meses de cuarentena, se explica por la obligación de refinanciamiento de deudas al sector privado establecido en septiembre y por la restricción a las importaciones.
En síntesis, para cambiar la lógica de “cuidar las reservas” una vez que baje la estacionalidad de la liquidación del agro y la demanda de importadores se sostenga, el Gobierno aún tiene tiempo para proponer un plan fiscal de mediano y largo plazo que ancle las expectativas, reduzca el financiamiento monetario del déficit y revitalice al peso, haciendo que de a poco la sociedad deje de presionar sobre las reservas en divisas.