Los bonos en moneda local no serán reestructurados. El Gobierno debe refinanciarlos o tendrá que pagar al vencimiento, con el peligro de llevar adelante una fuerte expansión de dinero. El primer intento por refinanciar el bono dual ayer fue un fracaso, pero habrá una nueva licitación la semana que viene
Ya pasado el “affaire Kicillof” y mientras el Gobierno apura los tiempos para avanzar con la reestrucuración de los bonos en dólares y las negociaciones con el FMI, emergió otro factor que inquieta de manera creciente a los inversores: los millonarios vencimientos en pesos de la deuda local. Entre febrero y abril, son $ 500.000 millones que el Tesoro tendrá que salir a refinanciar con colocación de nueva deuda. Pero si no lo logra se verá obligado a emitir pesos en cantidades industriales, provocando fuerte presión sobre el tipo de cambio y la inflación.
Según cálculos realizados por el economista Fernando Marull, la cifra equivale a cerca de 30% de la base monetaria, por lo que se trata de valores sustanciales. Asimismo, semejante volumen de vencimientos pone en duda el proceso de reducción de tasas en pesos. Mientras que el Central bajó la tasa de política monetaria a niveles de 48% anual, la BADLAR (plazos fijos mayoristas de bancos privados) se redujo a 34%. Pero, advierte Marull, no será para nada sencillo mantener tasas por debajo de la inflación y renovar los vencimientos en moneda local.
Estos desafíos quedaron claramente expresados ayer cuando el Tesoro salió a colocar títulos en pesos al 2021, con el objetivo de refinanciar el vencimiento del denominado Bono Dual, el próximo 16 de febrero. Sin embargo, apenas consiguió colocar un 10% de los cerca de $ 100.000 millones que vencen en dos semanas. Se realizará una nueva licitación la semana que viene, en la que el resultado tendrá que ser sustancialmente mejor.
En el mercado atribuyeron en parte el fracaso de la licitación de hoy a la incertidumbre que existía en relación a la deuda bonaerense. Era casi imposible conseguir un importante monto de participación cuando subsistían las dudas respecto a un posible default de los bonos de la provincia de Buenos Aires.
Como los títulos se colocan a tasa BADLAR más 400 puntos básicos, representa un rendimiento de sólo 38%, por debajo de la inflación esperada. Estas tasas negativas en términos reales resultan poco atractivas para los inversores. Y esto representa una gran complicación para el Tesoro, que pretende refinanciar la deuda en pesos pero al mismo tiempo bajar sustancialmente la tasa de interés. Tampoco hubo mayor interés por los títulos emitidos a tasa CER más 1% anual.
En Economía emitieron un comunicado tras la licitación de bonos en pesos de ayer, que fue leído como una advertencia por el mercado. “La normalización del mercado de deuda en pesos requiere de acciones coordinadas y de un involucramiento de los actores relevantes de modo de construír un perfil de vencimientos y de tasas de interés que den sostenibilidad al endeudamiento público”.
El concepto de “involucramiento” sugiere que los inversores institucionales locales tendrán que realizar un “esfuerzo adicional” para renovar la deuda en pesos en vez de cobrar al vencimiento. Sin embargo, por ahora se utiliza este lenguaje críptico, sin mayores precisiones. El temor de los distintos inversores institucionales, como compañías de seguros y fondos comunes de inversión, es que los terminen obligando a comprar bonos en pesos a tasas menores a las vigentes en el mercado, asumiendo fuertes pérdidas en los portafolios.