El reciente cambio en la conducción de la Fed abre una nueva etapa que estaría caracterizada por la continuidad del reacomodamiento alcista en las tasas, pero a una mayor velocidad.
Ello se debe a que un crecimiento económico más robusto combinado con un mercado laboral más ajustado, sumado a un política fiscal más expansiva, ya está despertando mayores presiones inflacionarias, que serán celosamente custodiadas por el organismo monetario.
El tono más ¨hawkish¨, que refleja una política monetaria más dura, con que arrancó Jerome Powell eleva las probabilidades de que ya no sean tres las subas de tasas proyectadas durante este año, sino que sean incluso cuatro, lo cual dejaría la tasa de referencia en el 2,50% anual.
Si se proyecta que el año 2019, aún a un menor ritmo de ¨tightening¨, la tasa podría elevarse hasta el 3%, nivel que podría ser considerado como más neutral, el reacomodamiento debería ser acompañado por la UST 10 años en una curva que mantendría algún empinamiento.
Actualmente la UST 10 años regresó a 2,90%, ya a pasitos de la ¨barrera psicológica¨ del 3%, a pesar de lo cual bajo la dinámica descripta – asumiendo incluso un menor empinamiento – tendría crecientes chances de elevar su rendimiento hacia la próxima escala del 3,5% anual.
Dicho escenario tendría fuertes repercusiones en el apetito por riesgo y las valuaciones de todos los activos globales, en especial en el costo de financiamiento de los emisores, que podrían verse perjudicados además por una ampliación de ¨spreads¨, tal como ya ha sufrido nuestro país en los últimos meses (+50 pb.) a contramano de sus comparables regionales.
Frente a un escenario de tasas más altas en EE.UU., los inversores deben evaluar estrategias que extremen la prudencia en la administración de sus carteras, en busca de evitar la volatilidad con que vendría acompañada, a través de los siguientes lineamientos.
1) Acortar la duration: se refiere a rebalancear la cartera en renta fija hacia títulos con una duration promedio no superior a 3 años, con rendimientos en dólares del 5% anual, ya que el aumento de tasas impactará negativamente en los precios de los bonos de plazos más largos.
2) Elevar la exposición en dólares: en el escenario descripto, es de prever que el dólar comience a fortalecerse a nivel mundial, a contramano de lo sucedido en los últimos tiempos, lo cual conllevaría a mayor debilidad de las monedas locales, por lo cual aquellas tácticas de ¨carry-trade¨ – superando la nostalgia de años de éxitos – deberían comenzar a desactivarse.
3) Acentuar la selectividad crediticia: dentro de esta etapa, los inversores deberán ser más selectivos al evaluar no sólo los rendimientos sino la capacidad de pago de los diferentes emisores, proceso que debería ser acompañado por una mayor diversificación entre sus apuestas hacia títulos soberanos, provinciales y corporativos.
Como conclusión, la prudencia debe privilegiarse en esta etapa de sucesivas subas de tasas de la Fed a un ritmo más acelerado, toda vez que despertaría mayor incertidumbre y volatilidad en el camino, por lo cual aquellos inversores que no estén dispuestos a ser rehenes de los vaivenes deberían apuntar a preservar el capital y moderar sus expectativas de rendimientos.
Fuente: http://www.ambito.com/913894-para-ahorristas-mayor-prudencia-ante-una-fed-mas-dura