Algunos los ven como opción para la primera mitad del año dada la suba de tarifas. Pero las Lebac cortas y los títulos atados a Badlar tienen muchos adeptos en la City.
En sintonía con los meses anteriores, el mercado aumentó las expectativas de inflación para el 2018 hasta 20,30%. Dado este contexto, ¿en qué activos hay valor para cubrir los ahorros ante la persistente inflación?.
Alejandro Kowalczuk, Head Portfolio Manager de Argenfunds, asegura que “seguimos recomendando bonos CER para la primer parte del año, apostando a la estacionalidad en la suba de tarifas, cierre de paritarias y una inflación mayorista que en el bimestre acumula casi un 10% y que más tarde o más temprano impactará en el IPC. Dentro de la curva CER recomendamos los bonos TC20 y TC21 (que se encuentran por sobre la curva CER), con tasas reales del 3,55% y 3,70% respectivamente, por sobre los bonos “gatillo” AF19 y A2M2, que lucen caros si se los ubica dentro de la curva a tasa fija y considerando la curva CER, el A2M2 se ubica por debajo y el AF19 ligeramente por arriba”. Ahora bien, en términos de tasa de interés real, para Kowalczuk las Lebac claramente son las que mejor pagan. “Recomendamos estar parados en la más corta, renovando la posición al vencimiento”, aclara.
Francisco Velazco, Head of Research de Banco Mariva, destaca que “a pesar de la suba de inflación y la expectativa creciente, no vemos especial atractivo en la curva CER. En base al consenso de inflación, los bonos que ajustan por CER tienen un rendimiento similar o inferior que los de tasa fija. Hoy en día nos inclinamos más en la parte corta de la curva de Lebac, los bonos a tasa fija de septiembre 2018 y el Bogato 2019”. En Mariva cuentan con el fondo MAF Pesos Plus que tiene alta concentración de Lebac (75%).
Gustavo Cañonero, Partner y Head Strategist de SBS Fondos, estima que “recién en mayo esperamos ver una importante desaceleración al terminar los ajustes en gas y electricidad. Esa desaceleración debiera continuar en el segundo semestre, ya sin mayor impacto tarifario. De todas maneras la inflación acumulada en el año muy probablemente esté muy cerca del 20%”. En este contexto, Cañonero considera que el Banco Central no tendrá mucho espacio para bajar tasas de interés por las próximas semanas, ni para descuidar la volatilidad cambiara que fomentó (intencionalmente o no) al comienzo del año, y por eso sigue apostando a la parte corta de Lebac. “Para lograr un poco más de duración, lucen atractivos los títulos base Badlar con algún piso de rendimiento en sus primeros cupones, como los recientemente emitidos por la Provincia de Buenos Aires. La creciente competencia por tasas y paulatina reducción de liquidez bancaria excedente hacen pensar que la tasa Badlar puede ser un activo superior a las tasas fijas en los meses venideros”. Asimismo, destaca que “los dos meses de alta inflación que faltan computar más la creciente volatilidad financiera favorecen a los títulos indexados (CER o UVA), dentro de los cuales preferimos los depósitos a plazo en UVA por su corta duración y una recompensa inflacionaria casi inmediata. Para mayores plazos el BONCER 2021 pareciera ofrecer la mejor opción, dada la falta de liquidez en otras emisiones de bonos indexados”.
Finalmente, Juan Manuel Pazos, Jefe de Estrategia en Puente, sostuvo que hoy se muestran más favorables a la parte corta de la curva de Lebac y a los bonos atados a la Badlar por sobre los bonos con CER. “El principal factor detrás de nuestro análisis es que esperamos que el BCRA mantenga la tasa hasta mayo al menos y que cuando la empiece a bajar va a ser menos agresivo que lo que hoy espera el mercado. Eso te genera dos efectos: por un lado, el retorno en el resto del año de las Lebac cortas y de los bonos atados a la Badlar va a ser más atractivo de lo que hoy espera el mercado. Por el otro lado, una baja de tasa menos agresiva (y ni hablar de una suba de la tasa, que hoy no está priceada), llevaría a un repricing de la curva de CER, donde el aumento en los rendimientos produciría pérdidas de capital”.