El cambio de humor no debe sorprender, pero lo de la rueda del lunes no parece euforia sana sino simples apuestas a papeles de cotización atrasada mientras se observa cómo se define el duelo entre el peso y el dólar
El lunes fue lo más parecido a un round de estudio, mientras en el mundo soplaba viento a favor. Las Bolsas de Estados Unidos, de Europa y Asia cerraron en alza y la de Brasil avanzo 0,86% y batió récords. El dólar bajó contra las seis principales monedas del mundo, quedó sin cambios frente al real, subió ante el peso mejicano y cayó ante el peso chileno.
Pero a pesar de lo bien que le va a Brasil –la bolsa de San Pablo está 14% arriba en el año– por la salida de capitales de países emergentes opera con USD 160 millones menos que el año pasado.
La Argentina está al margen de esta historia y no tiene la previsibilidad de sus vecinos. En estas costas, la realidad se vive día a día.
Por eso, si algo había para celebrar, era que por primera vez en diez días no se subía la tasa de interés en la licitación de las Letras de Liquidez (Leliq), donde se captaron $190.379 millones en las dos licitaciones. La tasa promedio fue casi similar a la del viernes, 63,71% anual a 7 días contra 63,74% del viernes. La contracción monetaria, porque captó más Leliq de las que vencían fue de apenas $2 mil millones.
La parábola del dólar mayorista fue extraña. Al principio de la rueda comenzó con una baja que lo llevó a tocar $39,65 sin que hubiera grandes vendedores. Todos esperaban que se acercara al piso de la banda de flotación que fue fijado en $39,06. Pero no ocurrió. A partir de ese momento comenzó una escalada que lo llevó a $40,09. El cierre es 9 centavos más elevado que el de la rueda anterior, pero está lejos del techo de 50,55 pesos.
En bancos y casas de cambio, donde compra y vende el público, el dólar bajó 12 centavos a 41,01 pesos. El «blue» tuvo una leve caída de 5 centavos a 40,06 pesos.
Las reservas subieron 23 millones a USD 68.300 millones. La mejora del euro le hizo ganar en el exterior 5 millones. En tanto, se pagaron 28 millones a organismos internacionales y 2 millones a Brasil.
El riesgo país subió 0,55% a 727 puntos básicos por el alza del Bono del Tesoro de Estados Unidos y la leve suba del Bonar 2024 (+0,12%) que fue inferior al alza del dólar mayorista. Atención, que el dato a seguir es el riesgo país porque es el más sensible a los acontecimientos políticos.
La Bolsa, donde cambió la composición de los índices accionarios, tuvo a favor un repunte del monto de negocios que prácticamente se duplicó respecto de los bajos niveles de las últimas ruedas. Se operaron $815 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes conformado por nuevos papeles, subió 2,97 por ciento.
Las empresas de energía y los bancos fueron los motores de la suba. Pampa Energía recuperó 6,16%, mientras Central Puerto avanzó 5,20%. Entre los bancos lo mejor pasó por Supervielle (+4,83%) y Francés (+4,11%).
Los ADR’s, certificados de acciones argentinas que cotizan en Wall Street, tuvieron una abrumadora mayoría de subas. Solo dos papeles bajaron, Despegar (-0,85%) y Merado Libre (-0,77%). Pampa Energía aumentó 6,62% y Central Puerto 6,08%. IRSA Propiedades Comerciales creció 5,56%. Entre los bancos sobresalió Supervielle con 4,44% y Macro con 4,28%.
El cambio de humor no debe sorprender. La Argentina está en una etapa de extrema volatilidad. Lo de la rueda del lunes no es una euforia sana. Fueron simples apuestas a papeles de cotización atrasada mientras observan cómo se define el duelo entre el peso y el dólar. Por ahora, parece que el nuevo piso es de $40. Pero nadie apuesta a que sea más bajo o más alto.