El Central sigue aferrado a la idea de llevar al dólar a la parte inferior de la banda para aliviar el ajuste, pero si eso pasa podría haber otra vez atraso cambiario
Lo más notable de la rueda fue la baja de las tasas de las letras de Liquidez (Leliq) de 1,88 puntos a 72,01%. Pero fue apenas una ilusión. No había casi vencimientos porque el lunes de la semana pasada fue feriado. Como se sabe, el plazo de las Leliq es de 7 días.
La licitación dejo en evidencia que no hay pesos en la plaza, porque los bancos no tuvieron mucho dinero para ofrecer. Con lo único que cuentan las entidades es con los intereses semanales que generan las Leliq, la cancelación de los clientes por adelantos en cuenta corriente (descubiertos) o las colocaciones nuevas en plazos fijos. Así, la plaza se está secando. Por caso, si bien los plazos fijos en pesos aumentaron en 15 días $114.000 millones, en ese lapso los saldos de las cuentas corrientes bajaron $30 millones y los de caja de ahorro poco más de $70 millones. El saldo es que el crecimiento neto de los depósitos fue de $ 1 millones.
¿Por qué no ingresaron los dólares del exterior que se esperaban para aprovecha este carry trade (buscar ganancias en pesos para después pasarse a dólares)? «Al aumentar la tasa de los bonos del tesoro de Estados Unidos de manera tan abrupta, no vienen dólares del exterior para especular, salvo los de algún que otro fondo de emergentes, pero de poca monta. Todo lo que se está operando en esta puja de pesos contra dólares, son de inversores locales», señaló Martín Redrado, ex presidente del Banco Central.
Las Leliq son una muestra de los pocos pesos que ha dejado en libertad el Banco Central. En la licitación donde la tasa bajó casi dos puntos, se ofrecieron apenas $12.410 millones, menos del 10 por ciento de una licitación habitual. Habrá que ver cómo responde el mercado el martes, cuando los volúmenes vuelvan a ser los habituales.
Dólar
Uno de los obstáculos para que el dólar responda con más celeridad a la baja y toque la banda inferior de la franja de flotación ($34,6) es que la tasa de los bonos del Tesoro norteamericano de 2 años está en 2,92% y la de 10 años en 3,20%. Estos rendimientos son una aspiradora que absorbe los dólares del mundo e impiden que una parte venga a la Argentina a buscar la diferencia tentadora de las elevadas tasas en pesos que superan en hasta 25 puntos a la inflación. Este fue un imponderable en el momento en que se pensó en este cepo monetario.
Pero si una lección aprendió el Gobierno, por lo menos Guido Sandleris la aplicó, es que no pueden hacer más estimaciones de inflación o de nivel de tasas. El titular del Banco Central en la conferencia de prensa no quiso dar porcentajes de inflación en oposición a Nicolás Dujovne, quien la semana pasada aventuró una inflación de 5% para octubre y de 3% en noviembre y diciembre. Un operador criticó la postura del ministro de Hacienda: «Ellos están para explicar las medidas, las estimaciones las deben hacer los analistas, sino van a quedar pagando».
Y razón no le falta. El 27 de diciembre, el actual ministro y el ex titular del Banco Central Federico Sturzenegger anunciaron una inflación de 14% para 2018 y una baja de tasas que en aquel momento estaban en 27% anual.
Con este escenario internacional tan desfavorable y a la espera de que se liciten las Letes en dólares por las que el tesoro va a pagar 5,5% anual a 182 días, el dólar bajó alrededor de 11 centavos en el mercado mayorista donde cerró a $37,42, pero con escasos negocios.
En bancos y casas de cambio, el retroceso fue de 7 centavos a $37,48. El «blue» se derrumbó 50 centavos a $36,50.
Las reservas del Banco Central perdieron USD 95 millones a 48.490 millones. Por la caída del euro y las demás monedas ante el dólar, se perdieron 49 millones. Además, se pagó 1 millón a organismos internacionales y 3 millones a Brasil. El resto fue retiro de depósitos en dólares para pasarse a pesos y para licitar las Letes. Estos dólares fueron los que engrosaron la oferta del lunes.
La Bolsa, tuvo otra rueda negativa. El índice Merval de las acciones líderes bajó 0,37% con un volumen escaso de $ 540 millones, la mitad de lo habitual. Petrobras (+3,73%) fue lo más destacado junto a Banco Macro (+1,20%). Las empresas de gas lideraron las bajas. Metrogas bajó 4,75% y Transportadora Gas del Norte perdió 2,79%. El banco más castigado fue Francés (-3,11%).
En Wall Street los ADR’s argentinos, certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares, tuvieron una mala rueda. Mercado Libre fue lo mejor al subir casi 4%. Banco Macro aumentó 1,63% y Central Puerto, 1,21%. El resto fueron bajas que no sobrepasaron 2% como fue el caso de Telecom.
Los bonos de la deuda, bajaron más que el billete por eso el riesgo país creció 0,76% a 666 puntos básicos. Los títulos de países emergentes están arrastrados por la caída de los bonos norteamericanos que al bajar de precio alcanzan rendimientos muy altos. Como se sabe, la función del precio es opuesta a la de la renta.
Redrado opinó que se llegó a esta situación por el apresuramiento a acordar con el FMI. «En realidad no fueron a buscar dinero, sino a compra fe. La falta de credibilidad pretendieron solucionarla con un acuerdo que les quitó herramientas de política monetaria y los llevó a este camino de recesión y tasas altas. Sin el FMI, creo que hubiéramos estado mejor», aseguró.
Lo cierto es que habrá que ver qué sucede después de la licitación de Letes que fueron el estímulo para la baja del dólar del lunes.
El Banco Central sigue aferrado a la idea de llevar al dólar a la parte inferior de la banda para poder emitir pesos y aliviar el ajuste. Pero según Redrado, si eso sucede, van a caer en una zona peligrosa de atraso cambiario: «No se puede tener doce por ciento de inflación en dos meses, mientras el dólar se devalúa seis por ciento. Volvemos al origen del mal».