El juez Bonadio allanó el Central por la denuncia en la que están imputados el presidente de la entidad y su directorio. También envió una orden de presentación al principal mercado de futuros, el Rofex, que deberá dar datos que permitirán deducir la identidad de compradores
A horas de la segunda vuelta electoral el juez federal Claudio Bonadio utilizó a la Policía Metropolitana para allanar a la mesa de operaciones del Banco Central (BCRA), en el marco de la causa en la que investiga las ventas de contratos a futuro de dólar con las que la entidad busca moderar las expectativas de devaluación.
El magistrado, además, envió funcionarios judiciales al principal mercado de futuros, el Rofex, para requerir información sobre todas las operaciones desde septiembre hasta la actualidad. Los datos que aportarán mañana los representantes legales de esa plaza permitirán deducir la identidad de los compradores.
La causa contra Vanoli y el directorio del BCRA fue iniciada tras la denuncia penal de los diputados de Cambiemos Mario Negri (UCR) y Federico Pinedo (PRO), en la que aseguran que se acordaron precios «por debajo de los valores de mercado, destruyendo el patrimonio de la entidad» en las ventas de dólar futuro. La investigación también pone la lupa sobre quiénes son los beneficiarios de las ventas de esos contratos, con lo cual la información que aporte el Rofex puede ser clave en ese sentido.
Mañana, a las 8, representantes legales del Rofex deberán ir a Comodoro Py a entregar la nómina de posiciones y detalle de operaciones de futuros de dólar de septiembre a la fecha. Con esos datos, Bonadio podrá deducir quién compró cada vez que el BCRA vendió.
En los mercados a término dos contrapartes acuerdan un precio del dólar en una fecha futura. Uno se compromete a vender a ese precio y, el otro, a comprar. En realidad nunca se intercambian dólares, sólo se compensan las diferencias entre el precio pactado y el valor que tiene el dólar a la fecha de vencimiento del contrato, pero los precios que se van pactando marcan las expectativas de devaluación del peso que existen en el mercado.
La mesa de operaciones del BCRA interviene en esta plaza como vendedora en situaciones de fuerte expectativa de devaluación como la actual. Y vende a un precio menor al que ofrecen los privados, en teoría para desincentivar apuestas contra el peso.
El argumento de la denuncia de Cambiemos es que los contratos a futuro en los que no interviene Vanoli, los non deliverable forwards (NDF) que se operan en Wall Street, se pactan a precios mucho mayores. El BCRA vende el contrato a enero a $ 10,28 en el Rofex mientras que el NDF para la misma fecha se pagaba ayer $ 16,04.
En el pasado la jugada no fue negativa para el BCRA. Vanoli asegura haber hecho ganar $ 5500 millones en doce meses al banco, porque las expectativas de devaluación no se concretaron.
Pero con un cambio de Gobierno por delante y las previsiones de un salto discreto del dólar oficial, la posición vendedora de la autoridad monetaria supera los u$s 14.000 millones. El economista Federico Muñoz calculó en $ 30.000 millones las pérdidas que sufriría el BCRA.
Ayer el Central se quejó porque el allanamiento a su sede recabó información que la entidad ya había entregado voluntariamente. «El BCRA remitió al Juzgado, de manera espontánea, información y documentación sobre esta operatoria en dos oportunidades: el jueves último y en la mañana de hoy, con anterioridad a la medida dispuesta por el juez», dijo en un comunicado.
También lamentó que el allanamiento se hiciera en horario de operaciones, dificultando la tarea de la mesa. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se sumó a las quejas con tuits nocturnos.
El argumento oficial es que las operaciones en Rofex se hacen a «pantalla ciega», es decir, los operadores no saben a quien compran o venden, con lo cual la información sobre los operadores no existe. Pero el Rofex como la Comisión Nacional de Valores sí cuentan con esos datos.