El minorista cayó 7 centavos a $ 17,94. El mercado mayorista reaccionó a las ventas oficiales de la semana pasada con un repunte de la oferta de exportadores. Analistas creen que las ventas alcanzaron para frenar al dólar por ahora.
El dólar retrocedió en el mercado mayorista todo lo que había ganado el viernes pasado, día en el que sobre el cierre de la rueda el Banco Central (BCRA) vendió u$s 305 millones de sus reservas con el fin de interrumpir la corrida que había llevado al precio minorista por encima de los $ 18 por primera vez. En las pizarras de la City la divisa cerró ayer a $ 17,94 para la venta, siete centavos por debajo de su cierre de la semana pasada.
En el mes que terminó ayer la moneda estadounidense tuvo su mayor alza del año. El dólar mayorista ganó 6,11% en julio, su mayor avance mensual del año, y acumula una suba del 11,10% desde fines del año pasado. En términos interanuales, la divisa ganaba hasta ayer 18,14%. Cerró $ 17,64, cayó 15 centavos.
La caída de ayer se explicó por la fuerte intervención de la entidad conducida por Federico Sturzenegger de la semana pasada. El viernes vendió e hizo que el dólar recortara parte de sus ganancias del día para cerrar casi en $ 17,80 en el mercado mayorista. Ayer, los operadores de esa plaza tenían claro dos cosas: si tenían que comprar, no tenía sentido pagar ningún precio por encima de ese; y si tenían que vender, no había motivo para esperar más, ya que lo lógico es que pase un buen rato antes de que la divisa vuelva a ese precio.
El resultado fue un repunte en las liquidaciones de exportaciones. «El mercado de dólar mayorista spot abrió muy ofrecido desde la apertura, con ventas agresivas de exportadores, que tuvieron el día de liquidaciones más alto de las últimas dos semanas por encima de u$s 100 millones», estimó Global Agro Brokers en un informe para sus clientes.
Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera-Centro de Exportadores de Cereales, la semana pasada las empresas del sector vendieron unos u$s 81 millones diarios, una leve baja frente a los u$s 90 diarios de la semana previa.
El consenso entre los operadores ayer era que la intervención del BCRA del viernes pasado es suficiente para marcar un techo. Por ahora.
«Las ventas del BCRA en dólares el 28 de julio enviaron una señal fuerte a los mercados, fueron eficaces para estabilizar el peso argentino», dijo un análisis de Citi que lleva la firma de Dirk Willer. «Esperamos que el BCRA intervenga si el peso sigue debilitándose», agregaron.
Otra nota de análisis citada ayer por Bloomberg, en este caso de BBVA, veían una posible vuelta a la calma, pero no tan duradera. La intervención sostenida del BCRA «puede ayudar a contener la espiral de cobertura, con lo que los compradores de pesos volverán a estar en el mercado», dijeron los analistas de BBVA liderados por Alejandro Cuadrado.
La confianza en la efectividad de la medida nace del poder de fuego que tiene el BCRA con sus u$s 47.096 millones de reservas. «Durante muchos días nadie se va a animar a pagar encima de lo que marcó el Central», dijeron en un banco local.
Pero más allá de intervención «extraordinaria» de Sturzenegger, analistas señalaban ayer fundamentos que permitían prever un dólar más calmo.
«A pesar de la devaluación mensual del 6,4%, creemos que el BCRA y la oferta potencial de dólares del mercado serán suficientes para apagar el fuego especulativo en las próximas semanas», arriesgó un informe de research de Balanz Capital distribuido ayer y conducido por Walter Stoppelwerth.
De acá hasta octubre, sin embargo, las encuestas y el resultado de las elecciones tendrán su influencia sobre los precios.
A contramano
El rojo de las cuentas externas y la incertidumbre electoral ayudaron a divorciar al mercado cambiario argentino de las tendencias globales durante el mes de julio.
El peso argentino fue la única moneda latinoamericana que se devaluó frente al dólar en el mes: por ejemplo cayó 5,76% frente a la apreciación del 5,78% del real brasileño.