En la City celebraron el nuevo esquema de metas de inflación presentado por Sturzenegger, aunque las estimaciones privadas estén por encima de este objetivo
El programa de metas de inflación presentado por Federico Sturzenegger ayer fue celebrado por analistas de la City, aunque advierten que las metas propuestas para 2017 son algo «ambiciosas».
El BCRA presentó ayer sus metas de inflación para los próximos tres años. Los rangos propuestos son de entre 12% y 17% en 2017; entre 8% y 12% en 2018 y de 5% para 2019.
Para el ex presidente del Central, Martín Redrado, el éxito de esta política monetaria dependerá de una integración de las distintas áreas económicas del Gobierno.
«En la Argentina el canal de transmisión de la política monetaria es limitado. El BCRA se comunica con la economía real a través del canal del crédito, que representa 13 puntos del Producto, mientras que el resto depende de una economía que se maneja en efectivo. Por tanto, el poder de llegada del Central es más limitado», señaló el economista. «El asiento del conductor lo tiene quien maneja la política fiscal, el gasto público, la recaudación, los ingresos. Todas estas políticas deben apuntar a obtener una inflación más baja para que estas metas lleguen a cumplirse», añadió.
En Fundación Capital prevén una inflación en el orden del 22% y 24% para el año que viene.
Una visión similar tienen en Estudio Bein, donde ubican a la inflación cercana al 23% para 2017. «Nuestra proyección de inflación es consistente con salarios al 27% y un aumento del tipo de cambio en la zona de 15% hasta las elecciones», afirmó Federico Furiase, economista de la consultora, aunque advirtió: «Al final va a depender de las paritarias, del aumento del tipo de cambio, de las tarifas y de la credibilidad de la política monetaria para acotar los efectos de segunda ronda frente a los aumentos de salarios, tipo de cambio y tarifas».
Aunque sus mediciones superan el objetivo planteado por el BCRA, Furiase reconoció: «La meta de 17% que parados a hoy luce algo exigente sirve para anclar las expectativas de inflación de cara a las paritarias que se avecinan».
Un poco más optimista, Martín Polo, economista de Analytica afirmó: «Creo que pasar de una inflación de 40% a 17% desde el vamos es un objetivo muy ambicioso pero no es imposible. Parece fuerte, pero a la luz de los resultados que estamos viendo en los últimos 3 meses, hay una tendencia muy alentadora en esta línea. El BCRA consiguió en el tercer trimestre una inflación por debajo de 1,5%, algo que se había planteado recién para el último trimestre del año».
Las paritarias del próximo año serán clave a la hora de ver si la política planteada por Sturzenegger puede resultar o no exitosa. Para Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, las metas fijadas ayer «Son bastante ambiciosas, sobre todo dentro de un esquema donde Hacienda ya dejó en claro que la meta de déficit fiscal no va a acompañar. No hay que dejar de lado la presión que van a ejercer los sindicatos, después de un año en el que hubo una pérdida importante del poder adquisitivo del salario».
En la vereda de enfrente, Polo opinó: «No veo riesgo de escalar las proyecciones en cuanto a paritarias, a las que se va a llegar luego de nueve meses de inflación estable. Creo que el Gobierno buscará una estrategia y buscará compensar la caída del salario real con un bono para abrir paritarias mirando la inflación del año que viene».
La otra novedad principal de los anuncios formulados por Sturzenegger fue que la tasa de Lebac a 35 días de plazo dejará de ser la tasa de interés de referencia a partir del 1 de enero de 2017. Desde ese momento comenzará a usarse una tasa de pases a siete días y la tasa Lebac se fijará una vez por mes, los terceros miércoles.
«Con este pasaje de tasa el BCRA logra poner un piso a la tasa de call a un día, algo que es más representativo que la Lebac a 35 días. Al disociar la tasa de política monetaria de la tasa de Lebac, el Central gana margen para cancelar stock de vencimiento de Lebac», explicó Furiase.
«Sin dudas es mucho más eficiente el corredor de pases», coincidió Redrado, aunque advirtió: «La clave es no sobreactuar con la tasa de interés, ya que por si misma no alcanza para bajar la inflación».