El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) volvió a reflejar una suba en las expectativas de inflación y ya son once las entregas en las que se anticipó un alza en el nivel de precios. Los pronósticos se dan pese a los últimos esfuerzos del Banco Central (BCRA) en el mercado de cambios: ventas en marzo de u$s 2000 millones para que un incremento del tipo de cambio no se traslade a precios
Según el REM de marzo, para este año la inflación proyectada, el nivel general, subió a 20,3% interanual, 0,4 puntos porcentuales más que lo calculado en el relevamiento previo. Si bien este incremento podría considerarse leve, ya ubican al IPC general por encima de la barrera psicológica de 20%, cuando la meta del BCRA (revisada en diciembre pasado) es del 15%. Casualmente, la meta de 2018 es la que se espera para el año que viene, dado que pronostican el 14,3% (0,3 puntos porcentuales más) para 2019.
También hubo un incremento en cuanto a la inflación núcleo esperada para este año, aumentó un punto porcentual, a 18,1% interanual, «consistente con una caída de la proyección anual implícita de regulados», según indicó el organismo en el comunicado.
En su defensa, el Central subrayó que pese al aumento de las expectativas de inflación, «se mantiene el pronóstico de un sendero a la baja en los años venideros», y citó las proyecciones de los analistas, tasas de inflación mensuales para abril de 2,1%, 1,5% en mayo, 1,4% en junio y julio y hasta 1,3% en el bimestre agosto-septiembre, «esperándose que continúe en torno a ese valor durante el último trimestre del año».
Las expectativas de inflación crecieron aun cuando el BCRA abandonó la bandera de la flotación libre del dólar. Sobre esto se refirió ayer el jefe de la entidad, Federico Sturzenegger, en la Expo EFI; reconoció que en el transcurso de los primeros meses del año «el proceso de desinflación no fue tan lineal, y señaló que la baja de la tasa de referencia en enero, de 28,75% a 27,25%, «generó incertidumbre sobre el futuro de la política monetaria, produciendo un movimiento hacia arriba de las expectativas». Por eso dijo que debieron intervenir, «para interrumpir esa dinámica que surgía de una lectura errónea de la política monetaria esperada», lo que «condujo a un proceso de depreciación del peso».
En este sentido, la participación oficial rindió sus frutos y el dólar no logró cruzar los $ 20,41 en el terreno mayorista, sin embargo el REM también corrigió al alza los pronósticos de tipo de cambio nominal: el promedio mensual esperado para los próximos seis meses se ubican entre $ 20,40 y $ 21,60, mientras que para diciembre anticiparon un dólar de $ 22,50.
Los participantes prevén, además, que la tasa de política monetaria se mantendrá durante este mes en el nivel actual, «perfilándose en adelante un sendero de reducción gradual hasta 22,5% a fines de 2018», 50 puntos básicos más en relación con el relevamiento previo.
Finalmente, en cuanto al crecimiento, los pronósticos de expansión del PBI se ubicaron en 2,5% para este año, 0,2 puntos porcentuales menos que en el REM de febrero. Por su parte, la expansión esperada para 2019 se elevó a 3,1%, una ínfima mejora (0,1 puntos porcentuales), mientras que la expectativa relevada para 2020 se mantuvo en 3%.