Se espera la letra chica de los anuncios del Gobierno. El lunes algo sabrán los bancos. Siguen las dudas sobre cuánto podrá Caputo sostener el dólar sin devaluar. La pregunta: ¿cepo hasta cuándo? La inflación, también en la mira
No hubo euforia en los mercados luego de la sanción de la ley Bases. Ocurrió, según los analistas, que pese a la expectativa los inversores ya descontaban la aprobación y por eso los activos no volaron. El Gobierno tampoco se quedó festejando su primera victoria política en el Congreso, trabajada durante 6 meses, y anunció un nuevo régimen monetario. Cuando suene la campana de inicio de la jornada financiera este lunes será la prueba de fuego para Javier Milei y su tropa, que entran en la fase 2 de su gestión.
Como en la recién estrenada película Intensamente 2, la nueva emoción en el mercado es ansiedad. Quedan dudas. Todos miran al dólar. No solo por si habrá o no una devaluación que el Gobierno asegura que no ocurrirá. De hecho, enfáticamente el ministro de Economía, Luis Caputo, ratificó que se mantendrá el “crawling peg” del 2% mensual.
También hay alerta por las reservas, luego de un mes negativo para el BCRA que pasó de comprador a vendedor y queda conocer la letra chica del nuevo régimen monetario.
La desaceleración en el ritmo de acumulación de reservas y el debate sobre el atraso cambiario comenzaron a inquietar al mercado. ¿Alcanza el ritmo de acumulación actual para salir del cepo? ¿Cuándo se levantará? ¿Es suficiente el crawling peg al 2% para evitar el atraso cambiario? ¿Habrá alguna modificación en el blend? ¿Qué pasará con las reservas? ¿Y con la inflación? Son los temas que se debaten en los informes reservados que circulan en la city porteña.
“El mercado tiene el foco puesto en la política cambiaria y se pregunta si el esquema actual de acumulación de divisas con el cepo no llegó a su fin dado que el tipo de cambio se encuentra demasiado apreciado”, sostiene un paper de IEB.
Preocupación por las reservas del BCRA
Respecto a las reservas, el informe de IEB analiza que “más allá de la desaceleración en el ritmo de compras, destacamos que el gobierno ha cumplido con creces las metas pactadas con el FMI, dándole espalda para la negociación de un nuevo acuerdo. A su vez, el propio FMI prevé que el BCRA pierda reservas en el tercer trimestre, ya sin el empuje de la cosecha gruesa”.
“Si bien el gobierno ha logrado la aprobación de la ley Bases y neutralizar los cambios fundamentales que el Senado había introducido en el paquete fiscal, la situación de las reservas no luce lo suficientemente alentadora como para calmar las aguas, y los tiempos esperados por el mercado posiblemente se extiendan. A falta de noticias positivas que arrojen luz acerca del futuro de las reservas, el tipo de cambio y el cepo, el mercado deberá convivir con ansiedad”, concluye.
Nuevo régimen monetario y «larga vida» al cepo cambiario
Respecto al nuevo régimen monetario, una de las voces que opinó tras el anuncio fue Fausto Spotorno, uno de los economistas que más escucha Milei. En declaraciones radiales interpretó la novedad apunta a “eliminar cualquier necesidad de emitir por razones fiscales o cuasi fiscales”. Es decir, considera que la política monetaria no será tan restrictiva como para que impida la actividad económica.
Según Spotorno hay tres condiciones para levantar el cepo cambiario: “Además de no emitir más pesos, tiene que acumular reservas y cerrar la brecha cambiaria”. ¿Cuándo debería ocurrir? Para el economista, antes de 2025. “Lo que todo el mundo está pidiendo es salir del cepo, hay ansiedad, pero porque hay un montón de negocios que dependen de eso”, sentenció.
PPI analiza lo que fue un junio complicado para el BCRA. “Hay indicios de que el esquema de acumulación de reservas con cepo empezó a agotarse”. La autoridad monetaria cerró el sexto mes de 2024 con ventas por u$s38 millones de dólares. Para los economistas hubo varios factores que impactaron: el aumento de la brecha cambiaria, que fomenta las expectativas de devaluación y por consecuencia el apetito de los inversores por el dólar; la lenta liquidación del campo; mayor liberación de divisas para importadores; y los pagos por la energía. Se ven nubarrones en el horizonte a medida que se cierre la temporada en la que el campo aporte dólares. El clima podría despejarse para el Gobierno si llegan billetes estadounidenses vía el blanqueo de capitales y el RIGI, aprobados por el Congreso.
“Con un mercado cada vez más ansioso por entender cómo será el futuro de la política cambiaría. Caputo repitió que todo seguirá igual en el futuro inmediato. Es decir, que la tasa del crawl seguirá siendo 2%, que continúa sin cambios el blend 80-20 y que no habrá ninguna devaluación”, repasa un informe de 1816. Horas antes, en otro documento, había dado sus perspectiva sobre la salida del cepo.
¿Cuándo ocurrirá esto? Según 1816 las condiciones están dadas para que la liberación ocurra durante este año. La interrogante es cómo se hará y cuándo exactamente. El Gobierno dice que “no hay fecha”.
“El cepo no impidió acumular reservas entre diciembre y mayo, pero en junio el BCRA dejó de comprar dólares y en el segundo semestre la estacionalidad juega en contra. Con el tipo de cambio real (TCR) casi en mínimos de la era Macri y la brecha contra el tipo de cambio importador, que hasta hace poco era casi nula, en 25%, notamos en el mercado cada vez más impaciencia para entender cómo sigue la película cambiaria, considerando el perfil de vencimientos en dólares”, dice 1816.
Para los especialistas, hay dos caminos: gradual o shock. Se puede salir de los controles de manera secuencial, liberando primero el CCL para saber cuándo vale verdaderamente un dólar libre antes de sacar las restricciones, o en forma de shock, para evitar que el mercado dificulte la transición.
“La decisión no es sencilla. La ventaja de liberar de a poco es permitir que haya un tiempo de descubrimiento de precio del FX financiero y dimensionar los riesgos. Es que si bien creemos que la baja del CCL en términos reales desde más de $2.000 fue genuina -porque con Alberto Fernández había las mismas restricciones-, eso no significa que el nivel actual sea una buena referencia. De hecho, la licitación de Bopreal 3 demostró que puede haber mucha demanda por encima de un valor de CCL”, analizaron.
La desventaja del gradualismo, afirmaron, es que si a medida que se libran los controles se prevé una devaluación inminente se liquidarán pocas divisas haciendo difícil administrar el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). “Por esta razón es que, independientemente de lo que se vaya a hacer, al Gobierno le conviene hacer pensar a todos que no habrá movimientos disruptivos en el futuro cercano”, opinaron. Según 1816, la salida del cepo debería darse antes de que termine el año. Un punto clave para que avance será la reducción del Impuesto PAIS, que automáticamente tendrá impacto en el precio del dólar oficial, y que el Gobierno anticipa que sería para agosto o septiembre.
La consultora hace algunas preguntas sobre el porvenir de los últimos anuncios del Gobierno sobre el régimen monetario. Habrá que esperar la letra chica. El lunes algo sabrán los bancos, que fueron convocados por el titular del BCRA, Santiago Bausili.
¿Cómo sigue la inflación?
Con respecto a la inflación, junio dejó dudas sobre la desaceleración de los precios. Algunas consultoras midieron variaciones nulas en algunos productos de la canasta básica y la núcleo cerca del 3%.
Así, el INDEC podría informar una inflación cercana al 5% para el sexto mes del año, un repunte con respecto a mayo, que fue 4,2%. Las previsiones hablan de que esa sería la tendencia al menos hasta fin de año, que cerraría en torno al 170% anual.
Para morigerar el alza de precios, esta semana el Gobierno decidió postergar los aumentos de tarifas de gas y luz, y también en los combustibles.