En muchas compañías se decidió parar las operaciones hasta el lunes. Las que están entregando mercadería cobran con un dólar a $ 8 y sólo aceptan cheques a treinta días
Mientras en la city porteña los “arbolitos” chequeaban a cada minuto sus celulares para saber a qué precio debían vocear el dólar, en las grandes compañías llamaban a sus principales referentes y se comenzaban a conformar los comité de crisis que, en algunos casos, derivaron en decisiones extremas.
La suba del dólar oficial que cerró a $ 7.75 con un pico de
$ 8.50 acentuando la mayor devaluación desde 2003, hizo que muchas compañías de sectores de la industria metalúrgica, petroquímica, bebidas, automotrices, telecomunicaciones, retail y papelera, entre otras, decidieran frenar la facturación a la espera de un mejor horizonte. La orden era clara: hay que rehacer las listas de precios.
Tan rápido fue todo que ayer todas las cadenas de retail decidieron poner en mantenimiento sus webs. Frávega, Garbarino y Musimundo colgaron el mismo cartel: “Te pedimos disculpas, el sitio se encuentra en mantenimiento por unos instantes”. Hasta en uno de los casos invitaba a volver “a partir de las 06 para poder finalizar” la compra online.
Lo mismo pasó con las automotrices en donde, aunque los autos se pagan en pesos, contienen autopartes importadas que cotizan en dólares. “Se frena todo hasta el lunes”, fue la orden por parte de las fábricas a sus redes de concesionarios según confiaron a El Cronista diferentes fuentes del sector.
La misma medida tomó una de las metalúrgica más grande del país, lo que hizo que las de menor porte la imitaran.
“Nos avisaron que no se factura nada hasta el lunes”, explicaron desde una compañía del sector papelero. “Los insumos que nos tenían que entregar se pararon y ya nos dijeron que el pedido que realizamos hace dos días fue anulado hasta tener una nueva lista de precios”, agregó la misma fuente.
El problema es bastante simple, sin un horizonte estable respecto de la cotización del billete es muy difícil cotizar para recuperar la inversión que fue necesaria para producir.
Tan simple que no sólo golpeó a las industrias pesadas sino que alcanza a la del ocio. Así fue que las agencias de turismo decidieron suspender la venta de paquetes turísticos y el cobro de paquetes ya señados.
En el sector de las bebidas decidieron esperar un poco más pero, una organización que tiene presencia global en el mercado de las bebidas alcohólicas decidió formar un comité de crisis para analizar las variables.
Y están aquellas que no pueden frenar la facturación y decidieron implementar una estrategia de precios y cobro. Así confiaron desde proveedor de peso del sector de telecomunicaciones que optaron por “facturar y entregar la mercadería a un dólar de $ 8 contra un cheque a 30 días”.
Pero como 30 días es un plazo muy extenso, sobre todo cuando el peso se devaluó 11,16 % y el dólar subió 12,56 % en dos días, el empresario dijo que para no perder cede el cheque a una financiera que le cobra 4% “pero por lo menos estoy cubierto”.