Analistas vinculan la trepada del blue a las expectativas de una depreciación más rápida del peso tras los comicios. Controles y pocas operaciones en el mercado informal
A días de las elecciones, el dólar paralelo superó ayer los 10 pesos y aumentó la brecha con el tipo de cambio oficial a 71%, en medio de controles oficiales a la operatoria informal. Analistas atribuyen la suba a expectativas de una aceleración de la devaluación oficial del peso para después de los comicios y a mayores controles a la compra de divisas, por el goteo de las reservas del Banco Central.
El mercado informal operó un volumen mínimo, en medio de controles conjuntos del BCRA, la Secretaría de Comercio Interior y la Comisión Nacional de Valores (CNV). Según una fuente oficial que siguió de cerca la operatoria, no hubo, en principio, grandes jugadores tratando de generar una corrida cambiaria –que lejos estuvo de producirse–, sino movimientos de pequeños inversores. “Hubo una toma de ganancias por parte de inversores que ganaron 40% en dólares en el Merval y quisieron cobertura”, interpretó el informante del Gobierno.
Los analistas coincidieron en que la merma en las reservas impulsa al paralelo, que ya había tocado los $ 10 hace cinco meses, con una brecha de casi 100% respecto del dólar oficial.
“Hay un razonamiento que aplica todo el mercado, que es que estamos perdiendo muchas reservas y que después de las elecciones va a pasar algo”, afirmó Fausto Spotorno, director de Orlando Ferreres. “Se ve la caída de reservas de u$s 20.000 millones en dos años y la rigidez del cepo y se prevé que siga la tendencia ascendente entre el tipo de cambio oficial y el paralelo”, dijo Hernán Lacunza, director de Empiria y ex gerente general del Banco Central.
Las reservas del Central subieron ayer u$s 100 millones, hasta u$s 34.112 millones, aunque la entidad vendió entre u$s 40 y 100 millones para sostener el tipo de cambio oficial en $ 5,87. Analistas privados creen que ingresó parte de un préstamo del Banco Central Francés para fortalecer las arcas.
Esta semana, los exportadores y banqueros comenzaron a hacer operativos un acuerdo con el BCRA, por el cual se comprometieron a volver a tomar préstamos de corto plazo en el exterior. Eso significa entrada de divisas al Central y, por ende fortalecimiento de reservas. En la entidad que condice Mercedes Marcó del Pont saben que tienen que demostrar robustez para evitar mayores expectativas devaluatorias. Por eso, apuntaron contra el HSBC por haber renovado préstamos en pesos por $ 800 millones en vez de hacerlo en el extranjero. El banco prefirió no hacer comentarios.
Para Enrique Déntice, economista de la Universidad de San Martín, la suba del blue “es producto de la expectativa de la gente sobre qué va a pasar después del 27”. Y agregó: “Se vislumbra una suba en el tipo de cambio oficial y un aumento en el dólar para el turismo”, sostuvo el académico.
Lacunza afirmó que “el Gobierno venía devaluando al 35/40% anual en agosto y septiembre porque comprendió que el atraso cambiario perjudica a las economías regionales”, aunque en octubre, “disminuyó el ritmo a la mitad”.
Si bien la AFIP rechazó hace semanas versiones sobre cambios en el recargo que cobra a las compras al exterior con tarjeta de crédito, cada vez más actores económicos descuentan la suba del pago a cuenta de Ganancias. “Es tan alta la cuenta turista (el déficit del sector) y tan alto lo que se está comprando con tarjeta que de alguna manera hay que restringirlo”, afirmó Déntice. El déficit en el sector turismo trepará a los u$s 7.000 millones este año.
El presidente de la CNV, Alejandro Vanoli, fue el único funcionario que habló sobre el dólar blue y minimizó las operaciones: “En el plano cambiario hay total tranquilidad”, dijo, y comparó la información del dólar paralelo con la publicación del “precio de la cocaína.