Avanzan negociaciones con el organismo. Especulan con adelanto de desembolsos para que se concreten en 2019 y más libertad de intervención
La sensación de los analistas de que los números no cerraban en 2019 cada vez pesó más. En el Gobierno focalizaron ahora sus esfuerzos en ahondar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, aunque evitan dar detalles ya que estaban en medio de las conversaciones, sostuvo una fuente del Gobierno.
Las especulaciones no tardaron en llegar: que se iba a ampliar el acuerdo, que se cambiaban las metas o que se iban a adelantar los desembolsos previstos para la última parte del crédito stand-by para poder utilizarlos en 2019. Desde el área técnica, también profundizaron en el debate de lograr mayor intervención en mercado de cambios. La posibilidad de un préstamo del Tesoro de Estados Unidos no está activada ahora, al igual que la de un respaldo de bancos por unos u$s 15.000 millones.
De hecho, el FMI desmintió la versión que marcaba que se iba a ampliar el préstamo pactado en u$s 50.000 millones a tres año hasta los u$s 65.000 millones. «Es pura invención», sostuvo ayer un vocero del FMI ante la consulta de El Cronista. «No existe ninguna discusión en este sentido», agregó.
En el Gobierno, una fuente señaló que en medio de las negociaciones no es posible dar a conocer ningún detalle. «Es como cuando se estaba por anunciar el préstamos del Fondo y nos preguntaban por cuánto iba a ser», ejemplificó. Por su parte, los voceros del Ministerio de Hacienda aseguraron que no hay ningún tipo de anuncio planificado.
La línea stand-by pactada con el FMI a tres años, tal como está hasta ahora, implica un desembolso inicial por u$s 15.000 millones -que se concretó en junio- y luego se agrega la posibilidad de contar con u$s 3000 millones en cada trimestre posterior, entre septiembre de 2018 y junio de 2021. De este total, Nicolás Dujovne confirmó el lunes que solicitará que el organismo internacional concrete el segundo desembolso. Como son «precautorios», el Gobierno puede decidir no tomarlos, hecho no posible en el actual contexto en el que los mercados no le creen a la Argentina.
La opción de adelantar los desembolsos de 2020 y 2021 fue cobrando ayer cada vez más fuerza, pero no fue confirmada: implican, en total, unos u$s 18.000 millones si se aceleran los pagos desde el FMI a la Argentina. Y caerían prácticamente todos dentro del primer mandato del gobierno de Mauricio Macri.
Desde el FMI dijeron que el equipo aún continúa trabajando con el Gobierno, aunque Roberto Cardarelli, líder de la misión para la Argentina «debió regresar a Washington por cuestiones familiares», explicaron, aunque «parte del equipo permanece en Buenos Aires». Sobre las reuniones que mantuvieron dijeron que “hay avances importantes” y que darán a conocer “más detalles una vez que la misión concluya”.
Una vez terminadas las negociaciones, lo que se decida debe pasar por diferentes áreas técnicas, además de tener el visto bueno de su número uno, Christine Lagarde, y del números dos, David Lipton. Con estos deberes hechos, el Directorio Ejecutivo debe aprobar la primera revisión de la economía argentina, con algún cambio si hubiere, para que se concrete el segundo desembolso. Está previsto que el Board se reúna en la segunda mitad del próximo mes.
Ya sea la opción de adelantar los desembolsos o algún otro cambio que surja de las negociaciones en curso entre el Gobierno y el FMI, el respaldo internacional es clave. No en vano en cada ocasión posible los funcionarios de Cambiemos intentan que se haga explícito el apoyo de países centrales.
Así quedó demostrado en la última reunión de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20 en Buenos Aires un mes atrás. En ese encuentro, además de conseguir respaldo del secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Munchin, el ministro de Economía y Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, reconoció en una entrevista con El Cronista la necesidad del respaldo. ‘Sabemos que acordaron un programa del FMI y podrían necesitar en algún momento mayor flexibilidad’, admitió.
El primer cambio formal en el programa con el FMI, que Nicolás Dujovne admitió el lunes ante agencias de noticias internacionales, fue la eliminación del proceso de recompra de letras intransferibles por parte del Hacienda al Banco Central.
El reembolso de los recursos recibidos en virtud del stand-by se debe pagar dentro de los 3 a 5 años posteriores al desembolso, “lo que significa que cada desembolso se reembolsa en ocho cuotas trimestrales iguales comenzando 3¼ años después de la fecha de cada desembolso”, explica el FMI en su página en Internet en relación al préstamo a la Argentina.
Esto implica que el primer desembolso, por los u$s 15.000 millones, se empieza a pagar en septiembre de 2021. El capital sería de ocho cuotas u$s 1875 millones, a lo que se agregan los intereses. Se comienza a complicar a medida que van transcurriendo los trimestres, ya que se van sumando a las siguientes cuotas la parte correspondiente a los siguientes desembolsos que se concreten de acá a los próximos meses.