Es por unos U$S 1.400 millones. En 2001 José María Aznar había hecho el préstamo para evitar el default
La Argentina cerró ayer el acuerdo final para comenzar a liquidar la deuda externa con España, después de algo más de 14 años. En total, el país pagará, en el marco del acuerdo firmado en mayo del año pasado con el Club de París, aproximadamente 1.400 millones de dólares. La deuda fue contraída por el Gobierno de Fernando de la Rúa en septiembre de 2001, en un «aporte» que el primer ministro José María Aznar había hecho a la Argentina en ese tiempo como ayuda para que el país no caiga en default. El dinero, en teoría, debía quedar disponible para las empresas españolas que operaban en la Argentina, para que puedan enfrentar los momentos de crisis. Entre otras, estaba destinado a la petrolera Repsol (dueña de la mayoría accionaria de YPF), al grupo Marsans (que estaba a punto de comenzar a operar Aerolíneas Argentinas) y a Codere (que manejaba casinos de todo el país). El dinero nunca llegó a ayudar a ninguna empresa española. Quedó depositado como parte de las reservas en el Banco Central y fue utilizado para paliar en parte la corrida financiera en los últimos tiempos del Gobierno de la Alianza. Luego formó parte del listado de acreencias del default declarado primero del Adolfo Rodríguez Saá, y finalmente fue formalizado como pasivo por el Ministerio de Economía de Roberto Lavagna en los primeros meses de gestión de Néstor Kirchner. Éste incluso intentó negociar, en los buenos años de relación, con José Luis Rodríguez Zapatero, pero la pertenencia institucional de España al Club de París impidió firmar un acuerdo de pago.
Finalmente, ayer el Gobierno aprobó el acuerdo bilateral de reestructuración de deuda con España, en el marco del compromiso que firmó la Argentina con los acreedores que forman parte del Club de París. Se hizo a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, con las firmas de la presidenta Cristina de Kirchner; del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y del ministro de Economía, Axel Kicillof.
«Apruébanse los Modelos de Acuerdo Bilateral de reestructuración de deudas a celebrarse entre la República Argentina y el Reino de España, el Instituto de Crédito Oficial del Reino de España y la Compañía Española de Seguros de Créditos a la Exportación, en el marco de la refinanciación de la deuda en atraso de la República Argentina suscripta el 29 de mayo de 2014 entre la República Argentina y los países acreedores nucleados en el Club de París», dice el primer artículo del texto oficial.
El Poder Ejecutivo justificó esta decisión al señalar que los Estados acreedores «han reconocido y enfatizado la importancia del compromiso asumido por la República Argentina de implementar políticas de desendeudamiento que permitan desarrollar las facilidades de financiamiento que resultan necesarias para la concreción de proyectos de infraestructura estratégica».
«Asimismo, esos Estados han manifestado que la regularización de los atrasos en el pago de la deuda soberana resulta adecuada y propicia a fin de posibilitar la normalización de las relaciones económicas y financieras con la Argentina», añadió.
El Gobierno recordó que, con el Club de París, se estableció «un esquema de pago de la deuda refinanciada que no podrá exceder de un período de cinco años, así como que las obligaciones que no se encuentran en estado de incumplimiento al 30 de abril de 2014 inclusive, no se encuentran afectadas por los términos y disposiciones establecidos en la Declaración Conjunta» firmada por ambas partes. «En este marco, resulta necesaria la suscripción de Acuerdos Bilaterales con cada uno de los Estados miembros del Club de París que suscribieron la Declaración Conjunta», enfatizó el decreto.
El acuerdo con el organismo internacional firmado en mayo del año pasado implica el reconocimiento de una deuda total de 9.700 millones de dólares, que la Argentina se comprometió a pagar en un plan de cinco años, con un interés anual del 3%. En las negociaciones, el ministro Axel Kicillof cerró un acuerdo para que no intervenga el Fondo Monetario Internacional, a cambio de un pago al contado de unos u$s 650 millones, y otros u$s 500 millones que se liquidarán en mayo de este año. El principal acreedor era Alemania, con unos u$s 2.600 millones. El Gobierno argentino presentó la semana pasada un plan de pagos con este país, similar al cerrado con España, y en los próximos días lo hará con Japón (segundo acreedor en importancia), Francia, Holanda y el resto de los acreedores del país.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=777828