Hace un tiempo escuchaba decir: “La situación de Argentina se puede describir como la de un corcho debajo del agua en el sentido que, una vez liberadas las incomprensibles restricciones que padece su sistema económico, la reacción de su economía podría ser exponencial tal como cuando se libera a un corcho pisado por el agua”. Esta metáfora bien puede mutar de concepto virtual a escenario meramente real a partir de diciembre del 2015 o sea, a sólo semanas vista y su ocurrencia depende de los argentinos.
Comienzo con el final: Cada cráneo económico tuvo su turno en esta bendita tierra del sur, la década que ya pasó tuvo a los heterodoxos económicos (whathever that means) a la vanguardia de una serie de medidas estrepitosas e incomprensibles, pues bien, ya tuvieron su tiempo de gloria y ego, chocaron la Ferrari y ahora simplemente ya fueron, son historia como los dinosaurios de Spielberg. Se perciben tiempos renovados de libertad en este país, lo celebro, lo espero, y ansío que cada argentino se ponga a trabajar firmemente y nos concentremos como nación, en resolver los problemas que verdaderamente importan y no las cruzadas de Quijote que no le mejoran la vida a nadie: eduquemos a todos, erradiquemos la pobreza, exaltemos finalmente al libro por sobre el choripán y el futbol para todos. Hoy somos un corcho mojado por el agua pero lo lindo es que podemos ser infinitamente más.
En estos últimos días, mucho se comenta sobre lo difícil y hasta “imposible” que resultaría liberar esta joyita creada por los cráneos heterodoxos en economía que pululan en esta bendita república del cono sur: el incomprensible cepo cambiario. Gratis obviamente no va a ser, pero debería quedar bien claro que así, resulta absolutamente incomprensible mantener a un sistema económico en donde nada de lo que puede hacerse en el 95% de los países de este planeta tierra resulta posible en esta Argentina del trueque a lo que hemos convergido y cuando digo esto recuerdo a los Hermanos Macana de los Autos Locos. Pero también resulta injusto que la carga política se le imponga a quien intente destrabar este invento brillante de la heterodoxia económica local: la responsabilidad no es de quien corrige sino de quien nos llevó a este desequilibrio económico en primera instancia.
Por si no se dieron cuenta, durante 2009 hasta fines del 2011, el dólar llegó a cotizar contra mínimos históricos versus muchos cruces de monedas, lo que a su vez generó un desopilante rally de commodites e influjo de dólares a países emergentes y en este contexto me pregunto: ¿qué hizo la brillante heterodoxia económica argentina en este positivo e histórico contexto internacional?Sí, respondieron bien, en medio de un aluvión histórico e irrepetible de dólares a emergentes, un equipo de cráneos heterodoxos nos enchufaron con una enema enorme un cepo que nos tuvimos que fumar por ya cuatro años. Lo lindo de la economía es que existe el concepto de “preferencia revelada” pues bien, si esta idea fuera así de brillante ¿por qué cazzo no nos copia nadie? La respuesta es absolutamente sencilla y obvia: el cepo fue un delirio incomprensible y es aún más delirante haber vivido cuatro años en este desequilibrio general cuyo resultado final fue obvio: dejar al central al borde de las no reservas, brillante esta recetita de la política monetaria heterodoxa.
Lo lindo de la economía es que como la física, responde a ciertas leyes básicas, en economía todo lo relevante ya fue escrito, no hay tiempo para cráneos de cabotaje local y querer reinventar la rueda siempre sale mal, punto y aparte en este flash histórico de lo que probablemente quede en la historia argentina como la peor y más innecesaria medida económica de los últimos cincuenta años y ojo que en este país cada muñeco que lideró economía tuvo su mega-turno de hacer desastres en serie.
Ahora, escribamos sobre lo que importa o sea: cómo liberar a la economía argentina de esta situación. Y para ponerlo en perspectiva así no se comen ningún zapo: nadie en el planeta tierra discute seriamente economía sobre la bases de estas ideas, sólo de estas cosas se habla acá o sea, somos prehistóricos en materia económica aunque acá lo quieran vender como el producto de tanta brillantez que al mundo entero le llevará mil años para comprenderlo e implementarlo: sanata, punto y aparte. Por lo tanto, es indispensable que cuanto antes exterminemos este concepto y volvamos a funcionar como el 95% de los países del mundo o sea, como una república simplemente guiada por la normalidad y el sentido común ergo: lo anormal y esquizofrénico es mantener el cepo, lo normal es liberarlo aunque haya costos iniciales, cuanto antes se haga mejor. Y la carga política de dicha liberación no debería recaer sobre quien toma la decisión sino sobre quien nos llevó a este incomprensible desequilibrio en primera instancia.
Veremos qué se hace sobre este tema en las próximas semanas, pero para que Argentina vuelva a generar dólares es indispensable liberar el cepo, más cepo es paradójicamente menos dólares y menos crecimiento. Me imagino que con una combinación entre emisión de deuda de mediano plazo, liquidación de stocks de cosecha, quizá un blanqueo de capitales, etc. se puede hacer una recomposición de reservas para que el central tenga suficiente espalda para bancarse el aluvión inicial que implicaría la liberación. Por otra parte, yo no subestimaría el rol de las expectativas en este contexto. Si la oposición culmina por ganar las elecciones de noviembre, es esperable el anuncio de un plan anti-inflacionario creíble y metas claras de inflación a futuro anclando la dinámica del tipo de cambio. Entonces, si el próximo presidente es creíble, la locura y la demanda de dólares para hedge, simplemente colapsará y la liberación terminaría siendo mucho menos costosa de lo que nos vienen sanateando hace ya cuatro eternos e incomprensibles años.
En especial, si gana la oposición, veremos un rally muy agresivo como ya estamos viendo de las yields de argentina, este rally no terminó y llevará las tasas de fondeo a largo plazo al 5% antes de lo que podamos imaginarnos. En ese contexto, tendría sentido apalancar la liberación del cepo con deuda y generar las bases para repagarla con las externalidades positivas que dicha liberación seguramente generaría digamos, en los próximos cuatro años de gobierno.
Y termino: cada cráneo económico tuvo su turno en esta bendita tierra del sur, la década que ya pasó tuvo a los heterodoxos económicos (whathever that means) a la vanguardia de una serie de medidas estrepitosas e incomprensibles, pues bien, ya tuvieron su tiempo de gloria y ego, chocaron la Ferrari y ahora simplemente ya fueron, son historia como los dinosaurios de Spielberg. Se perciben tiempos renovados de libertad en este país, lo celebro, lo espero, y ansío que cada argentino se ponga a trabajar firmemente y nos concentremos como nación, en resolver los problemas que verdaderamente importan y no las cruzadas de Quijote que no le mejoran la vida a nadie: eduquemos a todos, erradiquemos la pobreza, exaltemos finalmente al libro por sobre el choripán y el futbol para todos. Hoy somos un corcho mojado por el agua pero lo lindo es que podemos ser infinitamente más.
Fuente: http://germanfermo.com/2015/11/argentina-el-cepo-y-la-metafora-del-corcho-debajo-del-agua.html