Un estudio privado lo ubica por debajo de otras 24 naciones, tomando un ratio entre tenencias de la autoridad monetaria y PBI. Y en los próximos meses se vienen pagos importantes al FMI y al Club de París.
Las reservas netas de la Argentina, es decir aquellas que no tienen como contra partida un pasivo, cayeron a menos de u$s 2200 millones luego del último pago al Fondo Monetario Internacional, según un informe reciente de la Consultora 1816. Otros cálculos, como el de la consultora LCG, las estiman en u$s 3900 millones.
De todas formas, el número sigue siendo ínfimo. Para tener una referencia, cuando Axel Kicillof se vio obligado a devaluar en enero de 2014, el Banco Central contaba con unos u$s 17.000 millones netos, según estimaciones del economista de Empiria Juan Ignacio Paolicchi.
Por otro lado, 1816 destaca que de los 24 países emergentes «grandes» (es decir, cuyo Producto Bruto Interno es superior a los u$s 100.000 millones) Argentina es el que tiene menor nivel de reservas netas en porcentaje del PBI (0,5 ciento).
El anteúltimo de la lista es Ecuador, que tiene reservas equivalentes al 1,3% del PBI, es decir, más del doble que Argentina. Un escalón arriba aparece Turquía, con 4 por ciento.
«En promedio los emergentes grandes tienen 20% de reserva netas sobre PBI (en Argentina significaría tener más de u$s 80.000 millones) y solo tres tienen menos de 5% (Turquía, Ecuador y Argentina)», sentenció 1816.
Además, desde la consultora consignaron: «Argentina está mal rankeada entre los países emergentes grandes a la hora de mirar stocks de deuda pública en manos de no residentes. Aquí ese número es 35% del PBI (incluyendo 9% con el FMI y 4% de deuda provincial) y solo nos supera Ecuador (42 por ciento). En promedio, los gobiernos de países emergentes deben al resto del mundo 17% del PBI».
Por otra parte, El Cronista consultó a Héctor Torres, exrepresentante argentino ante el Fondo Monetario Internacional, cuáles son los ratios sobre los cuáles posa la lupa el FMI a la hora de trabajar en un acuerdo. «Para países con poco o inestable acceso a los mercados, el Fondo mira fundamentalmente la relación entre reservas y deuda de corto plazo y también deuda sobre importaciones», explicó.
Siguiendo el hilo reservas y negociaciones con el FMI, un estudio de la consultora Analytica explicó: «Una parte sustantiva de la discusión con el Fondo debe centrarse en encontrar la mejor relación entre importaciones de bienes y servicios respecto de las reservas internacionales, para evitar una drástica recesión y un empeoramiento en los indicadores sociales».
El documento especifica que las importaciones en Argentina alcanzan entre u$s 6 y u$s 7 mil mensuales, por que las reservas brutas equivalen a seis meses de importaciones, en línea con los niveles alcanzados en acuerdos del Fondo con Angola y Egipto.
Pero los préstamos no son comparables. «El crédito refinanciado de Angola era de u$s 3700 millones y contaba con u$s 15.400 millones de reservas al firmar el acuerdo, una relación de 0,25. El programa de Egipto, en tanto, fue de u$s 12.000 millones, con reservas por u$s 23.600 millones, un cociente de 0,5. Esta relación supera 1 para la Argentina. Algún ajuste se requiere», aclara Analyitica.
Por último, la consultora concluye: «La relación óptima de reservas sobre importaciones que permitiría tranquilizar al Fondo sin generar exabruptos en los niveles de actividad no es clara. Las experiencias comparables involucran préstamos mucho más pequeños y la Argentina está muy lejos de poder sostener los seis meses a los que llegaron Egipto y Angola en el esquema actual de precios relativos. La situación externa argentina se encuentra en mejores condiciones, aunque las expectativas de un sendero de acumulación de reservas podrían condicionar severamente las posibilidades de crecimiento, desinflación y mejoramiento de la erosionada condición social. La búsqueda del equilibrio entre acumular reservas, disminuir las importaciones y crecer será el gran desafío».