Los litigantes más duros aceptaron quita del 25%. El país asumió las costas legales. El Congreso debe dar vía libre. Preparan emisión de deuda por hasta u$s 15.000 millones
Argentina llegó a un preacuerdo con los fondos buitre más litigiosos y se comprometió a pagar en efectivo u$s 4653 millones por sus fallos en contra del país, con una quita del 25%. El arreglo, alcanzado en la madrugada del ayer, está condicionado a la aprobación por parte del Congreso, que debe derogar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano. Con este anuncio, en las últimas semanas acreedores con reclamos por u$s 10.200 millones aceptaron las propuestas de pago y cobrarán u$s 7848 millones en efectivo, que la República conseguirá con la emisión de bonos.
El mediador Daniel Pollack comunicó ayer al mediodía que los fondos NML Capital, de Paul Singer, Aurelius, de Mark Brodsky, Davidson Kempner y Bracebridge aceptaron la propuesta argentina, ad referendum de su aprobación en el Congreso. Argentina les abonará u$s 4653 millones por sus demandas, valuadas en u$s 5891 millones. La cifra incluye u$s 4400 millones por los juicios y el resto por las costas legales, que tuvieron una quita del 40%, según afirmó el secretario de Finanzas, Luis Caputo.
Según informó Pollack, Argentina debe pagar el efectivo a los acreedores antes del 14 de abril al mediodía. El plazo podrá prorrogarse, previo acuerdo con los litigantes. Eso le da un mes y medio a la administración de Mauricio Macri para lograr que el Congreso derogue las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y conseguir el financiamiento en el mercado. Los holdouts garantizaron que no interferirán en la búsqueda de financiamiento internacional. Según Caputo, el país ya está hablando con bancos para que actúen como colocadores de dos o tres series de títulos públicos, que tendrán legislación extranjera (muy probablemente, del Reino Unido).
El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, valoró que el preacuerdo permitirá «por primera vez» salir del default desde 2001. «La única forma de poner a Argentina en la senda del crecimiento es con crédito», para lo cual el país necesita cerrar estos litigios que llevan una década y media, afirmó.
Con los acuerdos de ayer, Argentina alcanzó entendimientos con el 85% de los holdouts que tenían demandas contra el país por más de u$s 9000 millones, y que recibirán u$s 6160 millones. A ese monto hay que sumar otros u$s 1700 millones por acuerdos con acreedores italianos y de otros fondos con tenencias en euros. En total, el país deberá pagar hasta el momento unos u$s 7860 millones para cancelar reclamos por u$s 10.200 millones. La quita promedio, del 25%, consiste en un recorte de alrededor del 40% en los intereses y el reconocimiento de todo el capital, afirmó Prat-Gay.
En un comunicado, Elliot Managment, la firma de Singer que administra el fondo NML, confirmó el acuerdo. «Esperamos que las negociaciones completas, entabladas bajo la égida del Special Master Daniel Pollack, hayan aclarado el camino para que otros demandantes lleguen a resoluciones satisfactorias», afirmó. NML Capital compró la deuda defaulteada a precio de ganga y embolsará una ganancia que ronda el 1500%.
En cambio, un grupo de 13 bonistas argentinos que formaron parte de la demanda original en los tribunales del juez neoyorquino Thomas Griesa manifestaron que no aceptaron las condiciones que ofreció la República y se sintieron «discriminados».
Ayer, cuatro nuevas demandas de fondos buitre ingresaron a los tribunales estadounidenses. Son acreedores con tenencias menores que podrían aceptar la propuesta argentina en los próximos días.
Prat-Gay afirmó que mañana enviarán al Congreso un proyecto de ley para destrabar los pagos a los fondos buitre. El frente Cambiemos contaría con el apoyo de legisladores alineados con Sergio Massa y con los integrantes del Frente para la Victoria que responden a los gobernadores.
En paralelo, Hacienda trabajará con un grupo de bancos para colocar deuda en el exterior, a tasas de mercado, por hasta u$s 15.000 millones, para pagar.
Una vez que se cumpla el pago a los acreedores que aceptaron la oferta, el juez Griesa levantará el bloqueo a los pagos de deuda regularizada, que mantiene desde mediados de 2014. Argentina deberá pagar luego más de u$s 2000 millones, para lo cual pondrá parte del dinero conseguido en las plazas financieras.