Está prohibido desde el acuerdo negociado en septiembre del 2018. Se planteará durante la segunda misión del año. Ayer Nicolás Dujovne volvió a encontrarse con Christine Lagarde en la sede del organismo en Washington. Antes se reunió con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
El Gobierno prepara para los próximos meses un pedido formal al Fondo Monetario Internacional (FMI): abrir la negociación con el organismo para poder utilizar parte del dinero del acuerdo stand by, para ejecutar política monetaria. O, más directamente, poder echar mano del dinero de los desembolsos del organismo para controlar el dólar. Especialmente desde fines de mayo en adelante; cuando, se supone, los vaivenes políticos provocarían cierta turbulencia en el mercado de cambio y se necesitarían más armas para controlar un sector que se descarta embravecido. La idea oficial, aún en etapa de diseño en planillas de Excel, es que el organismo autorice mecanismos de acción directa (con fondos del acuerdo); pero sin abandonar la zona de no intervención aplicada desde el BCRA desde octubre de 2018. Para el oficialismo este mecanismo es exitoso y otorga previsibilidad a mediano plazo en el mercado cambiario. Se estima además que desde abril comenzará una nueva etapa de mayor consolidación, con nuevos ajustes de mínimos y máximos de la banda, con un promedio de 1,75% mensual. Y que, en definitiva, el público ya se acostumbró al nuevo esquema; especulando con que cualquier modificación de fondo podrá esperar hasta después de las elecciones de octubre. Si Mauricio Macri es presidente, el futuro de la Zona formará parte de las nuevas negociaciones que se esperan para noviembre o diciembre de 2019 para aggiornar el acuerdo para el 2020. Si otra persona es electa; la Zona sería el mecanismo para un soft landing de la política cambiaria macrista. En ambos casos, se considera que se trata de la mejor estrategia posible para el principal norte de la política económica actual: controlar el dólar por sobre todas las cosas.
Maniobra
El problema para la negociar un permiso para poder utilizar dólares del FMI para la política cambiaria, es que el organismo está desencantado por la manera en que en el pasado reciente se aplicó esta maniobra desde el gobierno de Mauricio Macri. Había sido un enfrentamiento conceptual con Federico Sturzenegger, en la primera misión que comandó Ricardo Cardarelli al país en junio pasado. Pero los mayores problemas surgieron en agosto, cuando Luis “Toto” Caputo usó dinero del acuerdo para contener el dólar en medio de jornadas frenéticas de corridas cambiarias. El FMI, al negociar el nuevo acuerdo en septiembre, dejó explícito que no quiere volver a vivir la misma experiencia; ya que, según la visión de los técnicos del staff, los dólares del Fondo no pueden servir para subsidiar la salida de divisas del país a un precio menor al del mercado. Hay que recordar que la recomendación de siempre de los hombres de Washington es la de dejar libremente cotizar al dólar, y operar sólo cuando la divisa llegue a un nuevo equilibrio.
Desde Buenos Aires siempre se consideró (especialmente en tiempos de Caputo), que el FMI no tiene en cuenta los efectos inflacionarios de las corridas cambiarias. La intención oficial es ahora hacer una nueva propuesta al FMI, basada en que el dinero que se autorice para operar en el mercado cambiario, será utilizado con prudencia extrema. Y que se trata de un “favor” imprescindible para poder navegar con estabilidad el proceso electoral hasta octubre.
Mientras tanto, y como encuentro previo a que el board del organismo apruebe el primer desembolso del año por u$s10.840 millones, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, visitó a Christine Lagarde en su despacho de Washington. Según se explicó oficialmente, el motivo de la reunión fue ponerse a disposición de la directora gerente para cualquier aclaración que haya que hacer sobre los números que en febrero estuvo recogiendo en Buenos Aires la misión que comandó Ricardo Cardarelli.
El funcionario estuvo antes con el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, quien tuvo un rol decisivo el año pasado para que Argentina acceda al crédito stand by del FMI por unos 56.700 millones de dólares.
Fuente: https://www.ambito.com/argentina-prepara-pedido-al-fmi-usar-dolares-contra-corridas-n5020751