• Elliott y Aurelios quieren aplicar Discovery contra los tenedores del bono
La Argentina concurre hoy a una nueva audiencia ante Thomas Griesa contra los fondos buitre con la mira en un objetivo central en su estrategia financiera de aquí a las elecciones: poder despejar la incógnita sobre si se podrá colocar una nueva emisión de Bonar 24 a una tasa de interés de un dígito en dólares y por unos u$s 1.500 millones antes del vencimiento del 3 de octubre del Boden 2015. Para esto, necesita que el juez de Nueva York, que llamó para hoy a la tercera audiencia del año entre el país y los fondos buitre, no embista directamente contra la emisión de abril pasado que el Gobierno realizó con el Bonar 24.
El encuentro de hoy fue organizado a pedido de Aurelius y el NML Elliott para comenzar a resolver si avala o no la aplicación de la instancia judicial Discovery contra los tenedores de los Bonar 24.
Los abogados del estudio Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGS&H) buscarán para esto una opción de máxima, bastante difícil de conseguir: que Griesa avale un eventual pedido de «stay» para que mientras emite un fallo definitivo el país pueda emitir deuda sin que el juez avance sobre ella. Como Griesa ya falló hace un tiempo contra la emisión de títulos públicos fuera de la jurisdicción de los Estados Unidos, dictándola como una operación ilegal, es claramente complicado que aplique el «stay».
El plan B en este sentido es esperar a un seguro fallo negativo de Griesa, que podría darse en unos 10 días posteriores a la audiencia de hoy, y llevar el reclamo hasta la Cámara de Apelaciones de Nueva York, donde la Argentina, si bien tuvo hasta ahora fallos un 100% negativos, ya se le otorgó dos veces un «stay» en dos instancias diferentes del «juicio del siglo». Los abogados del estudio CGS&H aseguran que la cuestión de la posibilidad de emitir deuda, y la no aplicación de la Discovery sobre los bonos de jurisdicción de Buenos Aires, sería legalmente más fácil de proteger ante la segunda instancia de la Justicia de los Estados Unidos que los casos anteriores.
La causa de la Discovery sobre los Bonar 24 fue impulsada por el fondo buitre Aurelius, acompañada luego desde la semana pasada por NML Capital con un escrito donde se concentra puntualmente en qué tipo de interpretación debería hacer Griesa sobre la cláusula en cuestión para que su aplicación sea con la máxima extensión jurídica posible. El fondo de Paul Singer apunta en el escrito argumentaciones legales que señalan que Griesa les pida a los del título público que informen sus tenencias para luego poder avanzar sobre embargos.
Ambos fondos buitre argumentan que el país violó nuevamente un fallo de Griesa al emitir deuda en Buenos Aires (algo expresamente prohibido por el juez desde octubre del año pasado), que el Bonar 24 está alcanzado por la cláusula «pari passu», que la Corte Suprema autorizó la aplicación de la Discovery y que la ley federal que protege las tenencias financieras en el sistema bancario norteamericano (la FSIA) no le impide al juez la sanción a los inversores que hayan sido advertidos sobre la ilegalidad de adquirir los papeles.
Los abogados del estudio de CGS&H aguardan para hoy la ayuda del Deutsche Bank para que rechace las acusaciones de parte de los fondos buitre de haber participado como agente colocador del Bonar 24 en abril pasado, emitido bajo la jurisdicción argentina y directamente, sin intermediarios, por el Gobierno nacional. Pero además se espera que el Deutsche Bank haga sentir el escrito presentado hace un mes y medio donde definía de «acoso» la acción que los dos fondos buitre ejercen sobre el país.
La esperanza local es que de ratificarse esta posición de la entidad, la posición de la Argentina se vería fortalecida. Para esto el juez Griesa debería tomar como un documento válido esta presentación y considerar la opinión del banco como representativa del tipo de operación que se realizó desde Buenos Aires con la colocación de este bono con jurisdicción local, evitando Wall Street. Para el juez de Nueva York la emisión del Bonar 24 es ilegal. Sin embargo, podría reconocer como imposible la sanción si no hay pruebas sólidas sobre la participación de un banco internacional como agente colocador. En un momento, tanto el Deutsche Bank como el BBVA habían sido señalados como colocadores «indirectos» por parte de los dos fondos buitre, situación que desde hoy debería comenzar a definir Griesa.
El banco alemán había acusado a Aurelius y a Elliott en un primer escrito entregado a Griesa el 7 de julio pasado por intimación y violación de confidencialidad en la causa por la deuda argentina. Según la entidad, «el acoso incluyó demandas abusivas de pruebas, filtraciones a la prensa de material confidencial y representaciones erróneas al juez de Estados Unidos, Thomas Griesa». La entidad había extendido la preocupación a todas las entidades financieras que intervenían en la comercialización del Bonar 24, afirmando que al tratarse de un papel emitido bajo la jurisdicción de Buenos Aires no había que responsabilizar a los bancos que lo coloquen entre sus clientes, dejando claro, además, que no había intervenido en ningún momento del lanzamiento.
Según los fondos buitre, la emisión del Bonar 2024 había contado con la intervención del Deutsche Bank y del BBVA, afirmando que en el caso del primer banco «personal del Deutsche Bank en Nueva York y en Londres pidió órdenes a inversores (extranjeros, incluyendo a algunos de los demandantes)».
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=802916