Pese a que el país está saliendo del default con esta emisión, el país todavía ofrece altos retornos respecto de sus pares de América latina, porque la cesación de pagos todavía está cerca y porque el país debe mejorar sus cuentas fiscales y la tasa de crecimiento de su PBI.
Según un informe de la consultora Ledesma que considera las propuestas entre 6,75% y 8,85% nominal anual en dólares, Argentina estaría pagando un diferencial sobre los bonos del Tesoro de EE.UU. de 581,9 puntos básicos (pb) para el plazo a 3 años, 620 pb para el plazo a 5 años y 613 pb a 10 y 30 años.
«Esos diferenciales de riesgo casi duplican al que sugiere el índice EMBI para el promedio de las economías emergentes (388 pb), superando en aproximadamente 200 puntos básicos (2% anual) el EMBI calculado para los bonos comprables con cotización en el mercado secundario», explica el informe.
«Los bonos brasileños a 10 años están ofreciendo rendimientos a vencimientos de 5,63% anual en dólares en pleno proceso de juicio político a Dilma (Rousseff) y los de México, poco menos de 4% anual en dólares. Frente al 8% que se fijó como referencia para los locales», agrega.
En tanto, un informe de la consultora Nicolás Dujovne, prevé rendimientos entre 6,5% y 8,75% para los bonos entre 3 y 30 años. Pero considera que el benchmark adecuado para el rendimiento de esta emisión son los títulos emitidos bajo ley local, como el Bonar 24, el Par (a 2038) o el Discount (a 2033).
Dado que los retornos caen desde septiembre pasado, el Bonar 24 inició la semana con un rendimiento de 7,5%; el Par, de 6,6%, y el Discount, de 7,6%.
«A pesar de esta compresión de spreads, todavía existen diferenciales de magnitudes considerables. El Bonar 24 rinde 210 pbs. por encima del Brasil 24, mientras que la diferencia frente al título Colombia 24 es de 360 pbs, frente al de Uruguay, 450 pbs y frente al de Chile -el país con el rendimiento más bajo de la región-, 500 pbs», explica Dujovne.
Para esa consultora, el país necesita también hacer caer su imagen de defaulteador recurrente. Detalla que el cese de pagos más reciente fue el de Paraguay en 2003 y el Estado que lleva más tiempo desde su último default es Colombia, con 81 años de deuda en situación regular. «El historial ?defaulteador? de los países es una variable de cierta relevancia a la hora de comprender el rendimiento de su deuda», explica, porque en el caso de Argentina, además del poco tiempo que transcurrió desde el último default, el país acumula cuatro episodios de este tipo en los últimos 35 años.
También menciona que para este año prevé una caída de un 2% del PBI, que sólo es superada por la recesión de Brasil (-3,8%). «El producto argentino exhibe un peor desempeño que el del resto de la región, lo que en parte es condicionante del mayor rendimiento de la deuda pública del país». Y la principal desventaja de Argentina, que son los déficits primarios crecientes desde hace cinco años: «Las necesidades de financiamiento del Gobierno argentino son sensiblemente más altas que las del resto de la región, lo que empuja hacia arriba el rendimiento de su deuda».
Con estos rendimientos, Ledesma entiende que «no debería extrañar la alta demanda por los nuevos títulos locales».