Una de cada cinco personas utiliza la financiación de la tarjeta de crédito, incrementando el saldo deudor que queda en el resumen. Los bancos están subiendo el pago mínimo hasta el 30% del total, para evitar que aumente la morosidad. Este registro corresponde a datos del primer semestre de 2014. En algunos casos, el costo financiero total que se abona por el uso de este mecanismo puede llegar hasta el 100% anual
El argentino siempre se inclinó más por la cuota pero el revolving empieza a ser un recurso cada vez más frecuente para quienes fraccionar pagos a la hora del consumo ya no es estrategia suficiente. Revolving es como se denomina en el ambiente a la financiación del saldo de la tarjeta de crédito, un mecanismo cuyo uso se incrementó un 30% en el primer semestre del año, según los propios emisores.
Y los costos pueden hacerse pesados, ya que que alcanzan un costo financiero total que puede llegar al 100% anual para quienes eligen pagar sólo el mínimo de la tarjeta y “patear” el resto. Hoy en día, además, para quienes se atrasan en los pagos, hay entidades que también tienen cargos por gestión de cartera. Por una carta simple con acuse de recibo cobran $ 21, mientras que por cada llamado telefónico reclamando el pago adicionan $ 13, y detallan que pueden realizar hasta diez mensuales, por lo que totalizarían $ 130 al mes que, más la carta, daría un total de $ 151.
El consumo promedio mensual con tarjeta es de $ 2.700, y los bancos están elevando el pago mínimo, que hace dos años estaba en el 15%, mientras ahora trepa hasta el 30% en algunos casos. “La mora la controlás aumentando el pago mínimo y, si hay una bola, armás un préstamo amortizable a 18 o 24 meses”, revela el director de Productos de un banco nacional. “De todas formas, el pago mínimo puede variar mucho de acuerdo su composición. Algunos bancos incluyen todas las cuotas y un porcentaje de lo comprado, otros en el porcentaje incluyen todo”, advierte su par de otra entidad.
Belisario Alvarez de Toledo, de ACM, informa que los saldos financiados con tarjeta de crédito aumentaron fuerte en junio, alcanzando un nivel algo menor al 30% de nuevo financiamiento en relación al stock de crédito otorgado vía tarjetas: “De todas maneras, una parte de ese incremento es estacional, dado que usualmente el saldo financiado cae en julio por el aguinaldo. Para controlar el riesgo de exposición en las tarjetas, los bancos reducen los límites de compra, aumentan el porcentaje de pago mínimo y comienzan a notificar a los usuarios que empiezan a entrar en mora por teléfono o en el resumen. Una alternativa usada anteriormente era financiar el saldo con un préstamo personal, que podía tener una tasa más alta que la tarjeta, pero que ahora también tiene la tasa regulada”.
Por otra parte, la inflación está licuando los límites nominales de las tarjetas, lo cual en realidad termina controlando la exposición de los bancos a la mora. “Aunque hay que tener el ojo en la mora, a nivel agregado todavía la deuda en situación normal de pago se encuentra cerca del 95%, puede que una parte del aumento en el revolving se deba a que los bancos no incentivan el refinanciamiento con un préstamo personal, teniendo en cuenta los limites a la tasa impuesto hace unos meses”, señala Alvarez de Toledo.
Para Nicolas Litvinoff, director de Estudinero, “al subir las tasas, el Central modificó la estructura de tasas de todo el sistema, e hizo que aumenten muy fuerte las cuotas pautadas a tasa variable. Como la mayoría de los que están endeudados tiene incorporada la cuota en la economía doméstica en un monto fijo, al aumentar la misma deben recurrir a fuentes alternativas de financiamiento para tapar los agujeros que esa suba dejó en el presupuesto, y el revolving es uno de los más buscados por la rapidez con lo cual se obtiene el dinero, ya que es una línea de crédito pre-aprobada”.
Para Andrés Méndez, director de AMF Economía, la estrategia que pueden aplicar los bancos para evitar la mora es manejar los márgenes de endeudamiento y de utilización de la tarjeta: “Los datos de abril pasado reflejan un suave ascenso de la mora en la deuda de las familias, situación razonable en un período recesivo con salarios que no se ajustaron a la par de la suba de precios. La consecuencia natural es un ascenso de la irregularidad”.
Una forma de evitar una morosidad mayor es cortar los márgenes a los sectores más vulnerables para incurrir en deuda.