Se habla de inversores que apostaron al carry trade y quedaron «atrapados».
El diagnóstico del Gobierno fue repetido por varios funcionarios: la suba persistente del contado con liquidación se explica por la presencia de inversores extranjeros que llegaron a la Argentina atraídos por los altos rendimientos de las tasas en pesos y que, luego de la imposición de las regulaciones cambiarias, quedaron “atrapados” en el país. Esta situación se profundizó luego del 15 de septiembre, cuando Miguel Pesce anunció que cualquier inversor no residente quedaba imposibilitado de operar en el mercado financiero local con el fin de “evitar operaciones disruptivas”. “Son maniobras especulativas”, repitió varias veces el presidente del Central respecto de la cotización de los dólares financieros. Ayer, en medio de otra fuerte suba, desde distintos sectores del Gobierno negaron que esté en estudio una nueva regulación.
“Las medidas que se tenían que tomar ya se tomaron”, fue la frase corta pero concisa que deslizaron a Ámbito desde un despacho oficial sobre los rumores que circularon de una eventual restricción a las operaciones de los dólares financieros.
Frente a la suba sostenida de los últimos días, las miradas de los agentes económicos se repartieron entre el Banco Central y el Ministerio de Economía. No es ilógico: a comienzos de septiembre, el ministro Martín Guzmán hizo una conferencia de prensa para informar el resultado de la etapa de aceptación temprana del canje local, en donde dio una pista de qué pensaban hacer respecto de la brecha cambiaria, hoy en 111% pero en ese momento en torno del 70%. En ese marco, el funcionario aseguró: “Una brecha estable es un objetivo para un buen funcionamiento de la economía. Hay condiciones distintas y poder de fuego distinto para intervenir y controlar esa brecha. Y vamos a ejecutar políticas en pos de dejar esa brecha en una situación de estabilidad. Por ahora, en situación de estabilidad. En el horizonte lo que se busca es reducirla, que eso desaparezca”. Fue allí cuando se interpretó que el Gobierno usaría los bonos en poder del BCRA y de la Anses, que fuentes oficiales valúan en u$s13.000 millones, para reducir la cotización implícita de los bonos con los que el mercado se hace de dólares. Pero desde el Gobierno aseguran que todavía no se utilizó esa estrategia.
El fin de semana, la tesis de los inversores que apostaron al carry y generan problemas en la salida fue repetida por dos figuras importantes del equipo económico oficial. Cecilia Todesca Bocco, la vicejefa de Gabinete, aseguró que “un conjunto de fondos especulativos que había entrado al país para ganar dinero con el diferencial de tasa de interés y tipo de cambio quedó atrapado con el cepo y presiona sobre el mercado de contado con liqui”. En este mismo sentido se expresó Sergio Chodos, representante del Cono Sur ante el FMI, que aseguró que “en la reestructuración de 2005 no existía el capítulo carry trade. Son los fondos extranjeros que vinieron por tasas altísimas a instrumentos en pesos con la sola idea de hacerse una ganancia extraordinaria rápida y fugaz. Hay muchos actores que quedaron atrapados por el cepo y las medidas en activos en pesos y que tienen una conducta de mucha tensión precisamente hacia salir de los pesos”.
Tras las últimas regulaciones, la única opción disponible que tienen esos inversores para salir de la Argentina son las subastas de dólares que anunció la Secretaría de Finanzas en medio del masivo vencimiento del BOTAPO, cuya mayor parte estaba en manos de fondo estadounidense PIMCO. El Ministerio de Economía incluyó la emisión de esa deuda nominada en dólares por hasta u$s1.500 millones este año en el proyecto de ampliación del Presupuesto 2020, que obtuvo respaldo del Congreso. A pesar de haber sido anunciadas para agosto, septiembre y noviembre, el Gobierno todavía no dio señales de que utilizarán este instrumento.
Fuente: https://www.ambito.com/economia/gobierno/asegura-el-que-no-se-evaluan-nuevas-restricciones-n5140464