El Instituto de Finanzas Internacionales fue el que había anticipado el enorme éxodo de inversores que estaban en Lebac y que originó la devaluación de 2018. Ahora advierte por una fuerte caída de reservas
Mientras la incógnita en el mercado es si el próximo presidente, ya sea que Mauricio Macri consiga la reelección o que sea reemplazado por algún candidato de la oposición, deberá reestructurar la deuda que contrajo el país en estos últimos años, el grupo de bancos más grande del mundo anticipó que antes de que se devele la contienda electoral, las Reservas del Banco Central volverán a caer fuertemente.
Según informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés): «Argentina se enfrenta a una serie de circunstancias que justifican una reevaluación de las necesidades de financiamiento del país».
El organismo, que fue el primero en anticipar el éxodo de capitales externos en abril del año pasado que causó la primera corrida contra el peso de 2018, sostuvo que: «El reto es doble. Primero, la fuga de capitales doméstica es un punto de presión en el período previo a la elección. Segundo, Argentina está apuntando a un ajuste fiscal en el rango superior de lo que lograron los programas anteriores del FMI, lo que aumenta el riesgo de implementación. Incluso después de que la incertidumbre electoral se aclare».
Si bien el reporte de los economistas del IIF reconoce que por la salida de capitales externos ocurrida durante todo el año pasado y por la dolarización de carteras locales producto de la suba del tipo de cambio en un contexto electoral, el margen para una nueva corrida se ha acotado; esperan que se haya una fuerte caída en las arcas del Central en los próximos meses. «En este contexto, vemos el riesgo de pérdidas de reserva incluso en escenarios al alza donde la política el ajuste continúa sin problemas, ya que la financiación del FMI para el próximo año es pequeña», dijeron.
En ese sentido, aclararon que si bien el potencial de dolarización de los argentinos es menor que previo a la devaluación, «los depósitos en moneda local del sector privado no son especialmente bajos en porcentaje del PIB», por lo que «aún es posible sugerir una fuga de capitales significativa».
Con este panorama, la baja renovación de títulos de deuda en manos de no residentes puede aumentar la presión sobre el peso en los meses previos a las elecciones e incluso provocar una nueva salida de capitales que podría extenderse en 2020, en un año donde el desembolso del Fondo se reduce considerablemente.
Así, el IIF adelanta dos escenarios: uno positivo para la economía y otro adverso. En los dos, las reservas caen. En un escenario ventajoso, calculan una reducción de u$s 11.000 millones, que podría alcanzar los u$s 25.000 si se diera la opción contraria.
«Existe una alta probabilidad de que las cantidades comprometidas por el FMI no sean suficientes para enfrentar cómodamente la incertidumbre en el período previo a la elección y la dificultad inherente de hacer el ajuste fiscal en el rango superior de lo que solicitaron los programas del FMI», finalizó el informe.