Según cálculos privados la devaluación del peso alcanzó para compensar con creces a los exportadores por el aumento de retenciones.
El dólar que perciben los exportadores es el más alto desde 2011, aún después de la aplicación de retenciones a las exportaciones anunciadas ayer. Así surge de cálculos de tipo de cambio real multilateral, la medida de competitividad del peso, ajustados por precios de exportación y por el efecto de las nuevas medidas.
El dólar mayorista cerró ayer en $ 37,40 para la venta, una suba del 100% en lo que va del año y del 117% en términos interanuales.
Un dólar más caro supone un beneficio para aquellos sectores de la economía que venden al mercado externo o tienen ingresos en dólares, mientras que inflación mediante licúa los ingresos del resto de los sectores. De ese argumento, que en los últimos días encontró muchos detractores en el sector agropecuario y entre analistas económicos, se valió el Gobierno para el aumento «transitorio» hasta 2020 de las retenciones a las exportaciones, con un impacto de $ 4 por dólar para los productos primarios y $ 3 por dólar para el resto. Esto por encima de una reducción del 26% al 18% de la alícuota que regía previamente sobre el poroto de soja y desde el 23% para la harina y el aceite. La alícuota reducida, por un lado, más elevada el agregado de un cargo fijo en pesos por cada dólar lleva a una imposición final del 28,5% de retenciones a las exportaciones a precios de hoy, según cálculos de las cerealeras.
Sin embargo, según cálculos privados la devaluación del peso alcanzó para compensar con creces a los exportadores por el aumento de retenciones.
La consultora EcoGo sigue un índice de tipo de cambio real multilateral el valor real, descontada inflación local y de los países con los que comercia la Argentina, ajustada por términos de intercambio es decir, por la variación de los valores de importaciones y exportaciones del país a la que le agrega el impacto de las retenciones. La serie mostraba que el tipo de cambio, el valor del dólar, que percibían los exportadores estaba en 180 puntos (donde diciembre de 2015 es 100) gracias a la disparada del dólar y que, con el aumento de retenciones, ese dólar cae a 160 puntos: un nivel que no alcanzaba desde abril de 2011, en plena era de retenciones. El promedio de la serie de dólar para exportadores es de 97 puntos, es decir, mucho menos redituable.
«Ojo que es una foto, en la medida que el dólar se queda en estos niveles la aceleración de la inflación va a comer competitividad», dijo Federico Furiase de EcoGo. «El desafío una vez que pase el shock inflacionaria de estos meses es mantener tipo de cambio real alto bajando la inflación, para que sea compatible la competitividad del sector externo con el poder adquisitivo del salario», agregó.
El índice de tipo de cambio real multilateral que elabora el Banco Central llegó ayer a rozar los 137 puntos. La medida de la competitividad del peso de la autoridad monetaria, que no calcula ni términos del intercambio ni impuestos para exportadores, es la más alta desde febrero de 2010. Esto es, que el precio está más barato en comparación con las monedas de los socios comerciales de argentina que en los últimos ocho años.
Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma, por su parte, hace otra estimación. Basado en el precio FOB de la soja, asumiendo un dólar estable en $ 38 e inflación de casi 45% encuentra, menos retenciones a las exportaciones, entiende que gracias a la devaluación el productor sojero percibe hoy el mejor valor desde 2014, año en el que el Gobierno anterior permitió una devaluación limitada.
«Lo justificaría en la necesidad de salir, ergo lograr el equilibrio fiscal y reducir necesidades financieras y entonces ordenar prioridades de ajuste ante un contexto social muy deteriorado y uno político muy débil. Porque el mayor tipo de cambio real es el mecanismo de ajuste de la balanza de pagos, debería generar el ajuste de precios relativos a favor de transables para producir los dólares necesarios para cerrar el desequilibrio, y vos con las retenciones le metes una cuña a eso», dijo Caamaño.