El oficialismo consiguió firmar dictamen de mayoría. El texto prevé un gravamen a la renta financiera y cambios en alícuotas previstas para cervezas, gaseosas, tabaco y alimentos
El Gobierno avanzó ayer en el Congreso en su intento de convertir en ley la reforma tributaria. En una reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, el oficialismo consiguió firmar dictamen de mayoría y, con cambios de último momento, intentará darle luz verde y conseguir la media sanción en la sesión del próximo martes. Entre los puntos centrales, sobresale un impuesto del 5% a las ganancias que obtengan inversores extranjeros por sus operaciones con Lebac, además de establecer una alícuota del 17% a las cervezas, nuevos mínimos no imponibles a las bebidas azucaradas, y un impuesto al tabaco que finalmente se fijó en 73%.
Reunidos en comisión, tras el debate, Cambiemos logró avanzar con la reforma, aunque con modificaciones en relación al texto original. Se destaca el retorno a la propuesta inicial para llevar del 8% al 17% al impuesto al sector cervecero (ver páginas 18 y 19) y la introducción de un mínimo no imponible de 40 gramos por litro para las bebidas azucaradas con cualquier tipo de endulzante, y de 50 gramos por litro para las bebidas que contengan un 20% de jugos naturales por litro.
En cuanto a los cigarrillos, se determinó que la suba del impuesto por atado alcance los $ 25 (era $ 22), y no $ 28 pesos como se previó al principio, en tanto que la alícuota que paga el sector disminuyó del 75% al 73%.
La gran novedad resultó la posible creación de un gravamen a las operaciones extranjeras con Lebac, que generó un rebote de diez centavos en el precio del dólar minorista, que trepó a $ 17,66 (ver F&M). No obstante, los inversores extranjeros quedarán exceptuados del impuesto a las Ganancias.
También se gravará la renta financiera: una vez que entre en vigencia la reforma, los activos financieros denominados en moneda extranjera o indexados a la inflación pasarán a estar gravados al 15%, mientras que las ganancias no distribuidas de las compañías pasarán a tener un gravamen del 25%. Otro aspecto que introduce el proyecto es la eliminación del impuesto a las transacciones inmobiliarias, en tanto que pasarán a gravarse las ganancias de capital en las viviendas que no correspondan a uso familiar.
Además, a propuesta del radical Luis Borsani, también se estableció una rebaja del IVA para pollos, cerdos y conejos, a fin de que tributen la mitad de ese impuesto del 21%, equiparándose con la carne vacuna. «Es muy importante la rebaja del IVA para permitir que bajen los precios del valor del pollo, cerdo y conejos», dijo Borsani.
Guillermo Carmona, del FPV-PJ, resaltó que la reforma «es absolutamente regresiva», mientras que su compañero de bancada Axel Kicillof remarcó que el Gobierno «ha decidido cambiar los impuestos de la República a ciegas». El ex ministro de Economía advirtió que «están bajando impuestos a los que más tienen», lo que genera un crecimiento del déficit fiscal.
Además, Cambiemos decidió mantener en el dictamen de mayoría la propuesta de eliminar la exención del pago del impuesto a las Ganancias que rige en la actualidad para cooperativas y mutuales vinculadas con el sistema financiero, una decisión que fue objetada por diputados santafesinos de la UCR, del massismo y del kirchnerismo.
La iniciativa final, debatida en la reunión que presidió el diputado oficialista Luciano Laspina, será tratada en el recinto de la Cámara Baja el martes que viene, con el propósito de darle media sanción y enviarla luego al Senado, para que la convierta en ley.