La baja sorprendió a operadores y analistas, que buscan factores para explicar que cotice a $149, por debajo del dólar solidario
El dólar libre cerró ayer miércoles a $149, casi $6 por debajo del “solidario”, el precio al que lo venden los bancos después del recargo del 65% que implican el Impuesto PAIS y la percepción a cuenta de Ganancias y Bienes Personales.
Se trata del valor nominal más bajo desde el 17 de diciembre pasado, dos meses atrás, y que está 23,5% por debajo del récord de $195 por unidad anotado en octubre último. Para ahorristas e inversores acostumbrados a pagar casi cualquier precio por un dólar en contexto de controles de cambios, la continuidad de la baja aparece como una sorpresa, pero aunque no estuvieran en los planes de la mayoría hubo varios factores que explican la debilidad de la divisa.
Intervención oficial
Entre los factores que funcionan como una fuerza descendente que pesa sobre el dólar libre está la constante intervención del Gobierno en otras cotizaciones paralelas. Aunque el mercado informal funcione en forma paralela a otras transacciones cambiarias como el “contado con liquidación” o el “dólar MEP”, esos distintos precios tienden a influirse unos a otros.
A través de la venta de dólares en el MEP y en el liqui, el Gobierno mantiene a raya esas dos cotizaciones y arrastra con ella al dólar libre.
Así como el dólar blue se “desinfló” desde el récord de $195 del pasado 23 de octubre, algo parecido sucedió con las otras cotizaciones alternativas relevantes, las de los dólares que se negocian en la Bolsa a través de la compraventa de activos financieros. Éstos se negociaron en máximos de $181,06 y $163,50, respectivamente el 22 de octubre, mientras que este miércoles fluctuaban entre los $143,44 y los $147,90, tomando los valores del MEP y el liqui respectivamente.
En este circuito bursátil gravita la venta de bonos en dólares bajo ley argentina que efectúan el Banco Central y la Anses. Si bien la autoridad monetaria, que cuenta con una fuerte posición en cartera de estos papeles emitidos con el canje de deuda de septiembre, deprecia la cotización de los bonos con sus ventas masivas, a la vez consigue depreciar el tipo de cambio implícito, que redunda en una distensión de las cotizaciones en todas las franjas.
Con acceso a dólares hasta $6 más baratos que el libre, la demanda de los ahorristas puede encontrar otros caminos que no sean las operaciones en la City.
Menos turismo internacional
Otro factor que está pesando sobre el precio en el mercado informal es que el dólar “se fue de vacaciones”. Y no son vacaciones comunes, dada la caída en el turismo internacional que generó la pandemia de coronavirus covid-19.
“Con una demanda desinflada en gran medida por el menor turismo al exterior, el blue sigue cotizando por debajo del dólar solidario, que además tiene acceso limitado. A su vez, los dólares financieros también mostraron bajas en el inicio de la semana corta. El MEP se hundió más de $4 (…) mientras que el contado con liqui cedió $3,76 (…). Respecto al cierre del año pasado, el contado con liqui avanzó $7,57 y el MEP $3,46, mientras que, por el contrario, el dólar informal perdió $17″, señaló el informe de media semana de la consultora Econviews, conducida por Miguel Kiguel.
Sobredolarización
La disparada de octubre pasado, luego revertida en base a intervención oficial y una liberalización relativa de los tipos de cambio financieros, también causó una sobredolarización para algunos analistas. Las compras en manada son algo habitual en el mercado cambiario argentino, ya que un salto del dólar da inicio a una carrera por no quedar en pesos ante el temor de que el tipo de cambio suba más. Alterada esa tendencia después del récord de octubre, muchas pequeñas empresas y ahorristas que operan en la plaza informal se quedaron con más dólares de los que pueden sostener. Eso, explican, es demanda que desaparece y algo de oferta que va goteando en el mercado.
“En realidad, lo que se ve en el mercado marginal es que tiene poco movimiento y todavía presenta demanda de pesos. Seguramente hay algo de desatesoramiento para atender necesidades. Tampoco se ve que haya un repunte de la demanda para ahorrar, hay menor nivel de actividad y empleo. En fin, creo que hay una combinación de factores que por lo menos transitoriamente generan el escenario actual”, dijo Gustavo Quintana de PR Corredores de Cambio.
Dólar todavía alto
Por último, otra lectura es que el dólar libre no está barato. Bajo esa lógica, la llegada a $195 en octubre podría haber sido un overshooting -un salto más allá de todo fundamento- que terminó de corregirse.
“Está difícil de entender. Están las intervenciones del BCRA como primera explicación, pero evidentemente hay otros factores, porque a pesar de que el Gobierno muestra señales de que va a llevar adelante una política monetaria laxa no se despierta”, dijo Matías Rajnerman de Ecolatina.
“Una primera forma de pensar es preguntarse dónde se están yendo los ahorros. En parte a los bonos del Tesoro en pesos, que al menos permiten cubrirse contra la inflación”, agregó el economista.
“Ahora, si uno lo mira al precio en términos históricos no parece tan barato, son precios equivalentes a 2002. Entonces, está más barato que en octubre, pero está en un precio alto en términos históricos”, dijo Rajnerman. “Todas las apuestas del Gobierno parecieran estar orientadas a contener al dólar oficial, eso podría aumentar la brecha, pero al menos por ahora pareciera que otras opciones son más atractivas”, concluyó.
Calma en el oficial
La ausencia de ruido cambiario en el mercado formal, mientras tanto, también ayuda a que las familias y empresas no corran a cubrirse con dólar libre. De la mano de precios altos de la soja y un aumento en las liquidaciones de exportaciones, el Banco Central ya no pierde reservas a diario.
El 2 de diciembre del año pasado, un mes y medio atrás, fue la última rueda cambiaria en la que el Banco Central debió vender divisas para abastecer la demanda del mercado.
Con cierta represión a las importaciones de bienes calificados como suntuarios y un mayor ritmo de liquidación de exportaciones del agro –de la mano de los precios internacionales más altos desde 2014–, la autoridad monetaria emprendió un proceso de recompra de dólares en el mercado para incrementar sus reservas. En dos meses, la entidad conducida por Miguel Pesce sumó cerca de USD 1.200 millones a través de compras en la plaza mayorista.