En lo que se estima podría ser la última licitación mensual, la autoridad monetaria avanzará otro paso hacia el fin de este instrumento. Signos de mayor confianza en el mercado y alternativas de inversión
A través de la Comunicación B 11779, el Banco Central, anunció que este martes ofrecerá al mercado «hasta un máximo de valor nominal $40 mil millones de Lebac», exclusivamente para ahorristas privados: personas físicas y empresas, excluidas las entidades financieras, a 28 días de plazo, en el horario bancario de 10 a 15 horas.
Según las estadísticas de la autoridad monetaria, el total en circulación de esos títulos que nacieron a la salida de la convertibilidad, en 2002, asciende a poco más de $190 mil millones, de ahí que se devolverá a sus titulares unos $150 mil millones, equivalente a unos USD 4.100 millones.
Sin embargo, fuentes del Banco Central consultadas por Infobae estimaron que «semejante masa de recursos no se destinará mayormente a la compra de activos externos. Hoy lo que se ve que está haciendo funcionar el mercado de cambios es la ausencia de demanda de dólares, e incluso se vende, tanto por parte de personas físicas como de empresas, y eso contribuye a ir afianzando los alcances de la política monetaria, consistente con la búsqueda de la desaceleración de la inflación, y baja de las tasas de interés».
El pico de emisión de Lebac se registró a mediados de abril de 2018, antes de la crisis cambiaria, con casi $1,3 billones, las cuales junto a otros instrumentos de regulación monetaria habían llegado a superar los $1,44 billones, equivalente a más de USD 71.000 millones, mientras que las reservas en divisas del BCRA, propias y de particulares y bancos, sumaban USD 10.000 millones menos.
El rol del mercado y del Fondo
Claramente, ese cuadro no era sostenible, y lo que tanto resistió el Gobierno y la autoridad monetaria, entonces bajo la conducción de Federico Sturzenegger, lo hizo el mercado, con una corrida cambiaria que al subir la cotización del dólar de $20 a $40 en 5 meses, posibilitó «licuar» esos pasivos a menos de la mitad.
A partir de ahí, junto con los dos acuerdos que selló Hacienda y el BCRA con el Fondo Monetario para poder cubrir las necesidades financieras del Tesoro hasta fines de 2019, se encaró una decidida política de reducción de esos pasivos monetarios que competían con otros instrumentos de mercado, la cual se profundizó desde el 1 de octubre.
Si bien paralelamente a la cancelación de Lebac, que a partir de los próximos días quedará reducida a poco más del equivalente a USD 1.000 millones, se observó la expansión de las Letras de Liquidez que sólo pueden comprar los bancos, hasta el equivalente a USD 19.000 millones, en el Central se observa un clima de cautela y de creciente confianza.
Las estadísticas avalan ese cambio de humor: después de haber pasado por momentos muy críticos, desde el inicio del Gobierno, con 30 meses con una posición neta de reservas en divisas negativa, se logró pasar de menos USD 10.000 millones a mediados de abril, a un saldo positivo actual cercano a $28.000 millones, junto a la virtual estabilidad cambiaria en un mes y baja de las tasas de interés de las Leliq.
Incluso, desde el 16 de septiembre último, pocos días antes del nuevo acuerdo con el FMI hasta el viernes 16 de noviembre, la emisión de Lebac cayó $403.400 millones, equivalentes a unos USD 11.200 millones, la cotización del dólar se derrumbó 10%, y las tasas de las Leliq pasaron de 60% anual a 7 días, a un pico promedio de 73,52% el 8 de octubre y en la última subasta diaria descendió a 62,21% anual.
Sobre esa base, ahora el foco de los técnicos del Banco Central se centra en lograr consolidar ese proceso, donde el aumento de las colocaciones a plazo fijo en por parte de personas físicas y empresas, encuentre la contrapartida en el aumento de la demanda de crédito, reactivación de la producción y el consumo, alineado con el inicio de un sendero sustentable de desinflación.
Esos son los destinos esperados de los $150.000 millones que la autoridad monetaria liberará al mercado:
1 – Crecimiento de las colocaciones a plazo fijo en pesos, desde fines de septiembre acumulan una suba de más de 20%; y 67% en los pasados 12 meses; el viernes el promedio de los bancos un 48% anual hasta 60 días;
2 – Aumento del consumo de bienes durables, tentados por ofertas y rebaja de precios por quienes necesitan liquidez, como concesionarios de autos y motos; y también de eletrodomésticos;
3 – Compra de dólares, en particular de quienes tienen programados viajes al exterior;
4 – Colocaciones en otros activos financieros que pueden ofrecer una renta superior a un plazo fijo.