Las tarifas y paritarias ponen un piso para el IPC de al menos los primeros cuatro meses. Para la autoridad monetaria, diciembre cerró «en línea con lo esperado»
En el Banco Central (BCRA) recibieron el dato de inflación mensual de diciembre con resignación. «En línea con lo esperado», dijeron fuentes de la entidad, al tiempo que evaluaron al 47,6% acumulado anual como «reflejo del año en que vivimos, con muchísima volatilidad nominal y dos corridas cambiarias». La prioridad, dicen en la calle Reconquista, ahora es evitar nuevos episodios cambiarios que generen otro fogonazo inflacionario como el que causó el mayor registro de inflación de los últimos 27 años.
La entidad conducida por Guido Sandleris renunció a dar pronósticos respecto a previsiones de inflación futura. En particular por el fracaso en la aplicación del régimen de metas de inflación por parte de las dos administraciones anteriores. La credibilidad del BCRA a la hora de intentar alinear expectativas futuras quedó muy dañada si se tiene en cuenta que 2017 terminó con una meta de inflación del 10% para el año pasado y que, poco antes del inicio del año ese objetivo se «recalibró» al 15%. Un tercio del número final.
Sin embargo, fuentes de la entidad si anticiparon que no esperan que las bajas en los registros mensuales que se vieron luego del fogonazo de septiembre continúen en los meses por venir.
«Debido a que la política monetaria actúa con rezagos y a las correcciones de precios regulados y acuerdos salariales pendientes, es normal esperar que la inflación mensual se mantenga en estos niveles en los próximos meses», dijo una fuente del BCRA.
En septiembre, después del segundo tramo de la corrida contra el peso, el registro de inflación mensual llegó al 6,5%, una cifra que algunos países necesitan varios años para igualar.
Al mes siguiente, el número siguió siendo sideral, para anotar un 5,4%, mientras que en noviembre expectativas privadas más optimistas fueron defraudadas por un 3,2%. El dato de ayer, 2,6% mensual para diciembre, será el último que muestre una desaceleración intermensual significativa al menos hasta abril.
«Bienes transables (N. de la R.: los que tienen precios internacionales) que siguen mucho al tipo de cambio están ajustando a la baja, pero tarifas, salarios y el resto de los bienes y servicios no», dijo otra fuente de la entidad ayer.
En esa línea, las aspiraciones en materia de inflación se volvieron más modestas. «La prioridad nuestra es que esto no vuelva a ocurrir, no volver a sufrir episodios de volatilidad cambiaria como los que vivimos en 2018», concluyó una fuente del BCRA.