Los rendimientos de LELIQ cedieron ocho décimas de punto, a 62,5% anual, sin incidir en el tipo de cambio
El Banco Central efectuó su subasta diaria de Letras de Liquidez (LELIQ) que desde esta semana tienen ocho días de plazo, en lugar de los siete iniciales. El monto adjudicado por la entidad monetaria fue $183.543 millones, unos $6.933 millones por encima de los vencimientos del día, por 176.610 millones de pesos.
La autoridad monetaria lleva aspirados a través de LELIQ, instrumento exclusivo para bancos que suplanta a las LEBAC, unos $251.166 millones desde comienzos de octubre, un monto equivalente al 20% de la Base Monetaria.
Otra vez el dato principal fue el ajuste de la tasa promedio de corte, que se ubicó en 62,499% anual, unas ocho décimas de punto menos que el 63,291% del miércoles. La tasa máxima adjudicada fue de 63,496 por ciento.
De esta forma, y por novena rueda cambiaria consecutiva, la entidad monetaria mantiene firme el sendero de reducción de los rendimientos de referencia del sistema, ahora de 11 puntos porcentuales desde la tasa máxima de 73,524% del pasado 8 de octubre.
En sentido contrario a la tasa de interés, el precio del dólar se reacomodó ligeramente al alza en el mercado mayorista, a $36,05 para la venta y a unos 54 centavos del límite inferior de la banda de libre flotación dispuesta por el Banco Central, hoy en $35,506. La divisa norteamericana compite con la tasa de interés: al caer los retornos en pesos del sistema crece la demanda del billete como cobertura.
«El puntapié de dicho proceso lo están llevando adelante las LELIQ que ya recortaron más de 10 puntos su rendimiento, el cual próximamente alcanzaría el mínimo de 60% anticipado para fin de año, una vez que se confirme la desaceleración en la inflación», sintetizó el economista Gustavo Ber.
Para Martín Calveira, investigador del IAE Business School de la Universidad Austral, «el nuevo régimen de política monetaria parece haber logrado la estabilización en el mercado cambiario», lo que representa «un aspecto que puede generar un mayor espacio para el cumplimiento del nivel proyectado».
De todos modos, Calveira advirtió que «los eventos externos son independientes de la política económica interna, con lo cual, ante un shock negativo y la consecuente salida de capitales de julio-agosto de este año, el nivel supuesto del tipo de cambio puede tornarse incierto».