Guido Sandleris tuvo su primera reunión de directorio al frente de la autoridad monetaria. Se discutió aumentos de encajes en octubre y noviembre, sin esperar al vencimiento de Lebac. Es para sostener altas las tasas del sistema
En lo que fue su primera reunión de directorio, el nuevo presidente del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris, empezó a diseñar lo que será el camino de suba de encajes bancarios que acompañará el tramo final del proceso de desarme del stock de Lebac iniciado por su antecesor, Luis Caputo.
Aunque la normativa todavía no fue oficializada, y tanto los montos como las fechas de aplicación estaban siendo consideradas, el sentido de las discusiones era el de adelantar esas subas para dar más previsibilidad a la liquidez bancaria. En el sector lo leían como un golpe más a sus costos que busca como objetivo mantener lo más altas posibles a las tasas.
En la reunión de directorio de ayer uno de los puntos en discusión fue el aumento de encajes. Los encajes son una porción de los depósitos que toman de sus clientes que los bancos tienen que inmovilizar, en principio a costo cero.
En su breve lapso al frente del BCRA, Caputo los subió varias veces, en especial en coincidencia con las licitaciones en las que se desarmó parte del stock de Lebac, con el objetivo de sacar de circulación el dinero que los bancos tenían colocados en esas letras.
Los encajes para los bancos más grandes están en el 41% después de la salida de Caputo y, si bien forman parte de la base monetaria tal como la definió Sandleris -es decir, no ayudan al objetivo de expansión cero de los agregados monetarios fijado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional- fuerzan a los bancos a demandar las letras Leliq a 7 días con las que se está reemplazando el stock de Lebac.
«La tasa de la Leliq es la inversa del precio, por lo tanto para mantener las tasas tan altas tenés que mantener al precio destrozado, para eso tiene que haber una oferta enorme de Leliq relativo a la demanda, pero la demanda se está cayendo y tenés que forzar a los bancos a comprarlas, de ahí los encajes», dijo un economista especializado en política económica que prefirió el anonimato. «El riesgo es que extiendas la recesión o que cuando tengas que bajar los encajes la inflación sea muy persistente», agregó.
Una fuente del BCRA dijo a El Cronista que se había discutido una suba de encajes de 3 puntos porcentuales en octubre y otro tanto en noviembre.
Otra fuente de la misma entidad aclaró que todavía no estaban decididos ni los montos ni las fechas, pero admitió que se analizaba hacerlo antes de los vencimientos de Lebac –el próximo es el 17 de octubre- para dar más certidumbre a los bancos en el manejo de su liquidez.
Por último, un vocero de la entidad prefirió no hacer declaraciones.
«Demencial, con eso los encajes irían al 50%, ya están en el 41%», dijo un operador bancario que se quejó porque achica el margen del sector. «Caja de ahorro es pesos a tasa 0 si no tenés encajes y te ganas el 100% de lo que colocas, si el encaje es 50% te ganas la mitad del spread», agregó.
«Además, aunque en las últimas subas de encajes de Caputo te permitieran integrar esos encajes con Leliq si tomabas nuevos plazos fijos, en el fondo te desincentiva el depósito y te fuerza a subir las tasas de los préstamos», agregó.