La autoridad monetaria decidió elevar 200 puntos básicos la tasa de política monetaria y también el rendimiento de plazos fijos. Advirtió que por la suba de precios internacional se están tomando medidas para «mitigar el impacto en los precios locales».
El Banco Central dio un paso más para consolidar el compromiso que asumió el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional: garantizar un rendimiento positivo en términos reales de la tasa de interés. Por ese motivo, ayer a la tarde la entidad que dirige Miguel Pesce decidió subir 200 puntos básicos la tasa de política monetaria y, con ese movimiento, también elevar en igual proporción la remuneración a los plazos fijos minoristas.
La de ayer fue la tercera modificación de la tasa de interés en lo que va del año. La discusión, en una larga reunión del directorio, fue finita y giró en torno de posiciones que buscaban convalidar un rendimiento menor y otras superior al que aprobaron. Finalmente laudaron al medio y el retoque implicó que, por tercer mes consecutivo, el Banco Central decidiera subir la tasa de política monetaria. En esta oportunidad, llevó la TNA de la Leliq de 42,5% a 44,5%.
Las anteriores modificaciones habían sido el 17 de febrero (cuando saltó 250 puntos básicos hasta el 42,5%) y el 6 de enero, cuando subió el primer escalón de 200 puntos básicos del año (al pasar del 38% al 40%). Además, en febrero el Central también sumó un instrumento de esterilización, la Notaliq, con un rendimiento variable que actualiza en función de la Leliq. De esta manera, la tasa de política monetaria vigente hasta el martes era coincidente con una tasa efectiva anual de 51,93%. Con este nuevo retoque, la tasa efectiva quedo en 54,8%, apenas por debajo de la estimación de inflación para 2022 del REM, que la ubica en 55% anual, aunque las consultoras privadas ya hacen cálculos que superan ese porcentaje.
A la par de la modificación de la tasa de política monetaria, el Banco Central también fue retocando el piso mínimo de rendimientos a los inversores minoristas. Los plazos fijos de hasta $10 millones comenzaron el año con un rendimiento de 37% de TNA y, luego de dos modificaciones, habían quedado en 41,5%. Ahora, con esta nueva suba de 200 puntos básicos (TNA de 43,5%), los plazos fijos minoristas tendrán un rendimiento efectivo del 53,3% anual. Para el resto de los depósitos del sector privado, la TNA mínima quedó en 41,5% (TEA 50,4%).
El principal objetivo de ir retocando la tasa de interés es recuperar espacio monetario. Una alta fuente del gobierno nacional le había dicho a Ámbito que, luego del dato de inflación de febrero publicado la semana pasada por Indec, la administración nacional no tenía muchas alternativas.
“No podés no hacer nada”, había sido la frase que resumía la lectura del funcionario. El argumento, además de ser visiones personales de los integrantes del gobierno, también se expresó en el entendimiento con el staff del Fondo Monetario Internacional.
“El mantenimiento de tasas de interés de política monetaria positivas en términos reales que fortalezcan la demanda de activos locales y la reconstrucción del mercado de deuda en moneda doméstica, se presentan como pilares que permitirán reconstruir la confianza en nuestra moneda y reducir progresivamente la inflación, mientras se recuperan los ingresos reales”, quedó escrito en el documento que aprobó el Congreso nacional la semana pasada. Este punto fue también uno de los puntos criticados por los legisladores oficialistas que votaron en contra del acuerdo, por considerarla un “desincentivo directo al consumo, a la inversión productiva y al crecimiento económico”.
La suba de la tasa estuvo en línea con las expectativas del mercado, especialmente después del dato de inflación de febrero. Según estimaciones de Santiago López Alfaro, presidente y socio de Patente de Valores S.A. ALyC, el Central debía “subir 200 puntos más”.
Con el esquema anterior, de acuerdo a la lectura del economista, el rendimiento no cumplía con el objetivo de estar por encima de la evolución de los precios. “Según las expectativas optimistas del REM, la inflación de 2022 va a ser 55%. La tasa efectiva anual (TEA) de los plazos fijos minoristas está en 50,4% y de la BADLAR está en 48%. Eso quiere decir que, si se toma el REM, la tasa actual está entre 5 y 7 puntos abajo. Pero si se toma como estimación una inflación de 58% para 2022, la tasa de interés está entre 8 y 10 puntos abajo”, calculó el economista.