Un informe de la poderosa entidad norteamericana dijo que los anuncios de ayer no tienen la relevancia requerida para sustituir un programa integral que, a su criterio, necesita la Argentina
El banco norteamericano JP Morgan cuestionó las medidas adoptadas ayer para calmar al dólar, al considerar que son pequeños parches que no sustituyen la necesidad de un programa económico integral para enfrentar la crisis.
Además, consideró necesario establecer un cambio “inmediato” de rumbo para estabilizar la situación financiera y cambiaria.
“La política de aplicar ‘curitas’ no es sustituto de un programa fiscal y monetario muy necesario”, indicó un informe del JP Morgan desde Nueva York.
Allí se da cuenta de las medidas adoptadas para liberar parte de las restricciones adoptadas a mediados de septiembre por el propio Gobierno y del duro comunicado del Ministerio de Economía en el que indicó que aquellas decisiones instrumentadas por el Banco Central “han tendido a reducir la liquidez del mercado”, lo que provocó “volatilidad, que es perjudicial para el proceso de formación de expectativas”.
Sin embargo, “estas iniciativas se parecen más a las políticas de curitas, en lugar del programa monetario y fiscal coherente que tanto se necesita para evitar un ajuste macroeconómico desordenado en el futuro”.
El banco de Wall Street mencionó la reducción del parking a tres días “para mejorar las condiciones de liquidez en los mercados paralelos”, permitir que los inversores internacionales vuelvan a operar en el mercado de swap de primera línea (BCS), revirtiendo la medida emitida el 15 de septiembre; emitir deuda en moneda fuerte para aliviar las presiones del mercado. En este sentido, subrayó que el Tesoro emitirá USD 750 millones en bonos en moneda fuerte (ley local), en subastas programadas para el 9 y 10 de noviembre.
“Esta medida sigue el marco comunicado por el Ministerio de Economía en junio, que permite al Tesoro licitar hasta un total de USD 1.500 millones en bonos de ley local en dólares, que se pueden suscribir con instrumentos en pesos, buscando así brindar una salida a inversionistas extranjeros”, indicó, en referencia, entre otros, al fondo Pimco.
“Aumentar la oferta de bonos denominados en dólares estadounidenses ayudará a proporcionar liquidez al mercado de primera línea, pero el costo que enfrenta el Tesoro es enorme; por ejemplo, actualmente el rendimiento de la ley local denominada en dólares estadounidenses con vencimiento en 2030 supera el 16% por ciento”, advirtió el analista Diego Pereyra.
“Estos anuncios no cambian nuestro escenario base en el futuro, ya que creemos que nuevamente no logran abordar los desequilibrios prevalecientes en la economía. Es cierto que las medidas podrían proporcionar un alivio temporal, evitando una ampliación más acelerada del paralelo”, sostuvo.
Sin embargo, acotó, “el Gobierno enfrenta restricciones vinculantes, con reservas brutas y líquidas disminuyendo, reservas netas negativas y depósitos bancarios en moneda fuerte en declive”. Y ahora, “a pesar de la narrativa para evitar el endeudamiento, particularmente en moneda fuerte, el Tesoro ha recurrido a emitir deuda con un rendimiento superior al 16 por ciento”.
Además, “el Banco Central ha enfatizado el reembolso del Tesoro por $ 8.080 millones en adelanto transitorios hasta el 16 de octubre, probablemente con el objetivo de brindar una sensación de dirección fiscal en el margen”.
“Pero hay que tener en cuenta que en lo que va del año la fuente más relevante de financiamiento directo al Tesoro no han sido los préstamos transitorios (que están limitados por la Carta Orgánica del Banco Central), sino la remisión de utilidades contables (por 1,2 billones, o el 70% del total)”, aclaró.
Además, opinó, “la idea de incentivar a los agricultores a comercializar su producción a través de una reducción temporal de los impuestos a la exportación ha resultado limitada según el comportamiento de las operaciones spot del Banco Central”.
Por otro lado, afirmó que la política monetaria “continúa basándose en tasas de interés reales ex ante negativas a pesar de los cambios recientes en las tasas”.
“Un programa monetario y fiscal tan consistente es, por lo tanto, una condición necesaria para estabilizar los mercados financieros en el corto plazo, mientras se anclan las expectativas. a mediano plazo ofreciendo al país la posibilidad de una renovada recuperación económica”, expresó.
“El horizonte limitado del marco de políticas actual destaca la necesidad de un cambio inmediato en la dirección de las políticas” agregó el informe, que luego recordó que a mediados de noviembre una misión formal del FMI regresará al país para avanzar en la negociación de un acuerdo, luego de una primera visita en la que advirtieron sobre los desequilibrios dramáticos que enfrenta el país.
Más allá de que se logre este programa con el organismo multilateral, “es necesario un compromiso político a nivel nacional para minimizar el ajuste de bienestar asociado a los costos latentes de los desequilibrios imperantes”, concluyó, tajante, con la misma desconfianza con la que se condujo el mercado tras los anuncios.