Las entidades extranjeras corrigen sus proyecciones para la economía argentina tras la devaluación, según los informes que envían a sus clientes. El Gobierno informará este jueves la primera medición del nuevo IPC
Las perspectivas para 2014 de los bancos más importantes de Wall Street mostraron un cambio luego de la devaluación del peso. En los informes que envían a sus clientes, no sólo estiman menor crecimiento de la economía –y recesión en algunos casos–, sino que también proyectan una inflación de hasta un 45% anual, en la antesala de las paritarias que ya se comienzan a discutir a nivel nacional.
JP Morgan corrigió sus proyecciones en los últimos cuatro informes que publicó la semana pasada sobre la Argentina. Mientras antes estimaba que la economía iba a crecer durante 2014, ahora prevé una caída anual del 1,5 por ciento. "Ahora proyectamos un escenario en el que el peso llegará a los $10,40, lo que implica una depreciación del 60% contra el dólar, y la inflación anual será del 45%", especifica el reporte, que se ubica dentro de los análisis de mercados emergentes de América Latina.
El banco destacó varios factores que contribuyen a un panorama económico difícil de proyectar. Entre ellos se enumeró el "control de precios", un "estricto control de capitales" y una "gestión volátil del comercio exterior", así como un dominio fiscal que "reduce la previsibilidad de la gestión monetaria".
La inflación del 45% se dará, según el JP Morgan, en un contexto donde escalarán las presiones salariales, y se estima que las paritarias cerrarán en torno al 30 por ciento. "Con influencia sobre los trabajadores públicos, el Gobierno tratará de moderar las demandas. Una suba de salarios cerca del 27% anual será visto como positivo por el Gobierno y también contribuye al ajuste fiscal", agregó el informe.
La devaluación es un "signo de cambio en la estrategia del Gobierno". El Bank of America Merrill Lynch destacó a través de esa frase la decisión oficial que se tomó en enero, pero también adelantó que se necesitan "políticas fiscales, monetarias y de ingreso complementarias" y consideró como "poco probable" que el Gobierno ponga en marcha un plan integral.
Para que la devaluación no genere más inflación, Merrill Lynch escribió una serie de recomendaciones para el Gobierno, como "restringir la demanda agregada subiendo las tasas de interés", bajar el gasto fiscal –o subir las tarifas–, y "lograr acuerdos salariales que sigan a la tasa devaluatoria". "De lo contrario, la oferta monetaria se mantendría alta, la demanda de dinero baja, y la inflación se comería de todas las ventajas de la devaluación", concluyó.
Con este escenario en mente, el banco estimó que la depreciación del peso no será suficiente para estabilizar las expectativas, y proyectaron que la devaluación conducirá a una inflación anual por encima del 40 por ciento. "Esto disminuirá la capacidad de pago de Argentina, y pondría el pago del Boden 15 aún más en peligro. Pero incluso en ese escenario negativo, no concluiríamos necesariamente que el Boden 15 no se pagará. Veremos mucha acción política antes de la fecha de pago", especificó.
A su vez, el informe escrito por los economistas Marcos Buscagalia y Jane Brauer estimó que un dólar a $8 "no es suficiente" para convencer a los inversores de que no habrá más devaluaciones en un futuro. Y agregó: "Aún necesitamos ver subas substanciales en las tasas de interés, como una suba del 40% de las Badlar". Y al a hora de las recomendaciones a sus clientes, aconsejaron no invertir en los cupones atados al PBI, pues estimaron que la economía no crecerá lo suficiente para gatillar el pago. Para que se pague ese cupón, laeconomía argentina debe crecer por encima del 3,25 por ciento.
Hacia un nuevo IPC
Los bancos de Wall Street no son los primeros en recalcular sus proyecciones. Como había adelantado Infobae, consultoras y bancos locales ya ajustaron a la baja sus cálculos para 2014. El deterioro de la economía se aceleró tras la devaluación, y algunos economistas estiman que el kirchnerismo experimentará su primer año de recesión.
Este escenario económico se desarrolla en el marco de la presentación del nuevo Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPC-NU), ya que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dará a conocer este jueves la inflación de enero. De acuerdo a los cálculos de Graciela Bevacqua, ex directora de precios del Indec, la inflación de enero en la ciudad fue del 6 por ciento. "Si el índice oficial se ubica cerca del 3,4%, estaría en línea con la inflación de la ciudad, sin los aumentos en transporte y considerando los precios cuidados", dijo Bevacqua en diálogo con radio El Mundo.
El IPC Nacional se había suspendido en 2008 porque arrojaba resultados superiores al del índice de precios de Capital y Gran Buenos Aires, que es el cuestionado por su credibilidad por las consultoras y organismos internacionales. Pero hasta ese momento, Bevacqua explicó que había correspondencia entre la inflación trimestral de la ciudad y las provincias.
Hasta ahora, las mediciones oficiales de inflación convalidaron aumentos cercanos en torno al 0,8% mensual, bastante por debajo de lo que estimaban las consultoras privadas. Es por eso que el Fondo Monetario Internacional (FMI) sancionó hace un año a la Argentina con una "moción de censura" por la mala calidad de sus estadísticas, y estuvo monitoreando al Ministerio de Economía en la confección de este nuevo índice. Con todo, los datos mostrarán este jueves si se produjo o no un sinceramiento de la inflación, pues cualquier medición a medias no logrará convencer al mercado.
Fuente: http://www.infobae.com/2014/02/10/1542760-bancos-wall-street-preven-una-inflacion-45-2014