Hay compañías financieras que prestan al 200% anual. Ahora, para poder fondearse con bancos, deberán prestar al 54%. Los que no califiquen se irán a cuevas y pagarán 500%
Si bien está fenómeno que regulen a las mutuales truchas, en la práctica esto va a generar un credit crunch (contracción del crédito) en la economía informal, que mueve un tercio de nuestra economía”, advierte el vicepresidente de un banco.
Un directivo de otra entidad teme que suceda lo mismo que cuando salieron a regular a las mutuales que prestaban a los jubilados y empleados públicos por descuento de haberes: “Es cierto que cobraban caro, pero ahora gran parte de ese volumen de crédito se acabó. Si bien se quiso tomar con la tarjeta Argenta, no se llegó al volumen deseado. Hoy, mucha de esa gente está tomando préstamos fuera del sistema, a una tasa más cara que la de antes”.
En efecto, hay compañías financieras, con locales a la calle, que prestan $ 5.000 a un costo financiero total superior al 200% anual. Ahora, deberán inscribirse en el Banco Central para ser consideradas sujeto de crédito por parte de las entidades financieras. Y deberán prestar a un 54% anual. Por lo tanto, deberán subir el scoring crediticio, para bajar la cantidad de morosos e incobrables. En consecuencia, quienes a partir de ahora no califiquen para las compañías financieras, no tendrán otro remedio que acudir a las cuevas, donde las tasas son del 500% anual. La trampita de estas cooperativas es que nunca se refieren al CFT, sino al monto de la cuota que, en algunos casos, se debe abonar semanalmente. La gente, por ende, nunca calcula el costo financiero, sino si puede pagar la cuota o no.
Por su parte, los bancos que prestan a los segmentos de la población D1 y D2, que gana menos de $ 5.000 brutos por mes, tienen una cartera de incobrables del 18%. “Además de esta contingencia, tenemos 8% de ingresos brutos, 21% de IVA, los encajes en el Central y el seguro de vida por si la persona fallece”, se atajan.
“Lo complicado es que la oferta de préstamos ahora sí va a estar golpeada. ¿Qué te va a incentivar a prestar largo?”, se preguntan en otro banco y temen que, si el stock cae, el BCRA los incluya dentro de los créditos compulsivos. O sea, que los obligue a destinar un porcentaje de sus depósitos a esto.
“Una evolución desfavorable en el crédito podría devenir a partir de la oferta de los bancos, porque la intervención es demasiado brusca en este contexto cambiario tan delicado. Para que esto no ocurra, los bancos deberían obtener dinero barato y ello, hoy por hoy, es dificultoso por el condicionamiento que genera la inflación. Además, los rígidos controles podrían crear ruidos que podrían repercutir sin control en el mercado de crédito. El problema podría suscitarse en las finanzas de los bancos: hoy están bien, pero tensarlas quizás no sea una buena recomendación”, indica Gustavo Perilli, de AMF Economía.
“En un primer momento la oferta bajará, porque las entidades financieras lo verán como un aumento del riesgo, ya que pueden pensar que con la inflación, baja garantía jurídica para cobrar a morosos y demás, la tasa no justifique el riesgo. Pero luego se encontrarán que no tienen alternativas para invertir el excedente de pesos a tasas más altas que lo que pagan las Lebac, y tendrán que resignar márgenes de ganancia para no quedarse con los pesos”, sostiene Nicolas Litvinoff, director de Estudinero.
“Indudablemente, aumentará la demanda de créditos a tasas más bajas, y siendo optimista quizás los bancos encuentran la manera de que sus márgenes de profits caigan lo menos posible vía aumento del volumen prestado. Pero hace falta dar mayor previsibilidad en el tipo de cambio y bajar la inflación a un número más cercano al 10% para que esto pueda tener efecto”, completa Litvinoff.
Para Fernando Baer, director de Bconomics, el tema es la caída del salario real: “Por más que se intente fomentar el crédito con precios máximos, es difícil estimular la demanda con caída del salario real”.