La liquidez no atraviesa ahora el mejor momento en el año para la economía y los bancos prefieren tomar sus precauciones. En los próximos días, seis entidades financieras saldrán a buscar unos $ 2.300 millones en el mercado local mediante emisiones de hasta tres años. El objetivo: captar dinero de plazos más largos, en un momento en que empezaron a perder depósitos, para evitar quedar expuestos a las turbulencias.
El sector percibió durante el primer semestre un encarecimiento del fondeo que afectó en parte sus amplios márgenes de rentabilidad. Y en junio pasado, puntualmente, sufrió la mayor caída de depósitos a plazo fijo de los últimos cuatro años. Ahora, el objetivo será buscar pesos a menor costo y a mediano plazo, de manera que sea menos sensible a los cimbronazos del mercado ante un escenario que ven más incierto hacia el segundo semestre.
El primero en hacerlo será el BBVA Francés, el próximo 18 de julio. La entidad española que en la Argentina preside Ricardo Moreno informó que saldrá a emitir $ 300 millones a un año y medio de plazo: y otros $ 300 millones a tres años. Las dos series de obligaciones negociables serán a tasa variable y ampliables a $ 500 millones. Por esos mismos días, el Banco de Servicios y Transacciones, la entidad mayorista que al comprar la financiera Credilogros se posicionó en el negocio del crédito al consumo, probará su suerte con la colocación de unos $ 75 millones (hasta un máximo de $ 150 millones), a 21 meses de plazo.
Las emisiones de estas dos entidades ya están siendo informadas al mercado y serán concretadas en la segunda quincena. Pero hay otras que, mientras tanto, también están decididas. En sus asambleas de directorio, el Itaú y el Hipotecario resolvieron aprobar próximas emisiones en el marco de programas que ya están autorizados por la Comisión Nacional de Valores (CNV). La entidad brasileña buscará en el mercado local unos $ 300 millones a 18 meses; y la nacional, que lidera Eduardo Elsztain, pretenderá hacerse de otros $ 500 millones.
Simultáneamente, el Banco Patagonia tiene previsto captar fondeo a través de GPAT, el brazo financiero de General Motors que le pertenece desde hace dos años, y con el que ofrece líneas de crédito compra de vehículos de esa compañía automotriz. Sus accionistas votaron a fin de junio la emisión de obligaciones negociables por hasta $ 250 millones, y un plazo que aún no fue precisado. Y por último, el Banco de Crédito y Securitización (BACS), ya anunció a la Bolsa local que planea colocar $ 30 millones, ampliables a $ 150 millones.
Los bancos buscan con esto protegerse de la volatilidad que podría provocar en la liquidez del sistema un escenario de escasez de divisas en la segunda parte del año (por menor liquidación del agro y mayores pagos de vencimientos de deuda) o de indefiniciones en el frente externo por el litigio con los holdouts.
El sector ya sufrió cambios profundos en la composición de su fondeo durante la primera parte de 2014. El abrupto aumento de tasas de interés impulsado por el Banco Central los llevó a captar dinero a altos costos en reemplazo del que perdían por la fuga de pesos de sus cuentas a la vista y los obligó de este modo a reemplazar fondeo gratuito por otro más caro. El fenómeno, si bien los ayudó a sobrevivir esta etapa con buenos niveles de liquidez (e incluso con algo más de duración) terminó por encarecerles fuertemente la liquidez para todo el sistema financiero.
En este contexto, el tope a las tasas de interés sobre los créditos que determinó el Gobierno les impidió acomodar el spread y mantener el margen de ganancia en sus préstamos, por lo que los banqueros se vieron obligados a reducir los retornos que pagan por sus plazos fijos: del 27,5% al 23% anual para los de grandes empresas. Así fue como, en un momento en que empezaban a crecer las expectativas de devaluación en toda la economía, la mayoría de ellos prefirió dejar escapar este tipo de ahorros antes que asumir mayores costos. El efecto se vio, puntualmente, en mayo último, cuando el crecimiento sostenido que mostraban los plazos fijos se frenaron por primera vez en 2014 y se profundizó en junio, cuando reflejaron una caída de $ 4.400 millones, la mayor de los últimos cuatro años. Al sistema lo "ayuda" todavía el hecho de que, mientras tanto, el crédito se haya desplomado. Aun así, el plan ahora es salir a recomponer lo perdido y tomar recaudos ante eventos que podrían lamentarse en el mediano plazo.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=748886