Por una presentación de NML, el documento legal pedía a JP Morgan y Deutsche Bank AG que le provean información acerca de la inminente emisión por u$s 2.000 millones
Los bancos encargados de sondear en Londres el interés de inversores extranjeros para una nueva emisión de Bonar 2024 suspendieron ayer la operación luego de que el juez norteamericano, Thomas Griesa, les pidiera que provean información acerca de la «inminente emisión de la República Argentina de aproximadamente u$s 2.000 millones en Bonar 2024».
En concreto, la orden emitida ayer, solicitaba a JP Morgan y Deutsche Bank AG que presenten inmediatamente al los abogados del fondo holdout NML todos los documentos suficientes que informen el flujo de fondos con respecto a los títulos que vencen en 2024. De hecho, se desprende de la orden de Griesa que este pedido había sido realizado por NML el 9 de febrero y que no habían recibido una respuesta por parte de los bancos. Ayer, la reacción del fondo había sido inmediata y anticipaba la adopción de medidas legales en contra de la operación, ya que las entidades tienen expresamente prohibido asistir al país -hoy en desacato-a concretar cualquier maniobra que viole el fallo de Griesa.
Según Bloomberg, las entidades dejaron de solicitar ofertas sobre los bonos y dijeron a inversores que el plan se había suspendido. Los bancos habrían citado la orden del magistrado como motivo para la cancelar la operación. A pesar de la noticia, el Bonar 2024 subió ayer 0,6% hasta u$s 105,45.
La decisión fue tomada cuando falta menos de una semana para la audiencia que presidirá Griesa con el fin de determinar si el banco Citigroup puede procesar el pago de intereses de los bonos soberanos emitidos bajo legislación argentina, como es el caso del Bonar 2024. Es decir, deberá determinar el 3 de marzo si estos títulos forman parte de la deuda externa y por lo tanto, si quedan sujetos a las órdenes del tribunal. De ser así, y al quedar completamente despejada la cuestión en desmedro de la Argentina, los bancos claramente no podrían involucrarse en una eventual emisión por los riesgos legales asociados.
El juez sólo había concedido un permiso excepcional en los últimos tres vencimientos de los bonos de deuda argentina emitidos en dólares para que el Citibank pudiera cumplir con sus compromisos. En todos los casos, se trataron de medidas de gran importancia para el país, ya que en cada oportunidad fijó el alcance del default selectivo en el que cayó la Argentina desde mediados del año pasado. Es por esto que la orden que emita Griesa luego del martes próximo será clave para la deuda soberana.
«Si los bonos quedan afectados, todas las otras leyes locales externas también corren el riesgo de quedar afectados en un segundo paso», dijo un abogado en el exterior, que sigue de cerca el caso. Para Marcelo Etchebarne, socio del estudio Cabanellas Etchebarne Kelly, si se prueba que los bonos ley local no fueron ofertados total o parcialmente en Argentina van a ser definidos como ley externa sujetos al pari passu. Técnicamente deberían estar sujetos. «Sin embargo, Griesa puede excluirlos diciendo que su medida no los alcanzaba. La Argentina cuenta con una cuestión a favor y es que Griesa dijo que no quiere entrometerse en el acuerdo con Repsol, por el cual fueron emitidos los bonos», sostuvo Etchebarne.
La nueva emisión de Bonar 2024 habría sido el segundo intento en pocos meses por obtener dólares frescos.
A pesar de que el viceministro de Economía, Emanuel Álvarez Agis y el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, habían hecho declaraciones de que se estaba examinando financiamiento de largo plazo en dólares y bajo ley local, desde Economía habían confirmado anteayer que Argentina estaba analizando todas las ofertas presentadas, las cuales habían sido múltiples y variadas, sin haber puesto condiciones en cuanto a los monos ni a la tasa de interés.