• Es la tasa más alta desde que se instaló el cepo; entidades compiten hoy con otras opciones de ahorro
La víspera electoral. La dificultad para retener ahorros que se sienten más escurridizos en algunas mesas. La menor expansión de dinero del Central. La obligación de prestar grandes montos a las empresas. Y la obsesión de muchos por el dólar informal y por los retornos en pesos que les ganan a la inflación. Es la lista de factores que presiona ahora a los bancos privados y públicos para haber mejorado hasta un 20% anual las tasas de interés que ofrecen a los mayores depositantes para que les confíen su dinero por al menos 30 días. Y que pondrán un piso todavía más alto, en poco tiempo, en el costo de los créditos que toman individuos para el consumo y empresas para la producción.
Es la tasa más alta registrada en el sistema financiero local desde que se instaló el cepo cambiario, en el tercer trimestre de 2011. La encuesta del Central todavía la medía el viernes en el 18,31% anual, porque suele tomar un promedio diario en el que tienen mayor ponderación los depósitos que realizan algunos organismos públicos, como la ANSES; y que siempre está al menos 100 puntos básicos por debajo del que reconocen las propias mesas de dinero para los grandes depositantes.
Convencer a los inversores de que dejen su dinero inmovilizado en un plazo fijo resulta cada vez más complejo y costoso. Las entidades financieras compiten ahora con opciones de ahorro que encuentran sus clientes en otros mercados. Hoy algunos activos en pesos ya están dando mejores retornos que la inflación.
Un repaso por las acciones del Merval alcanza para explicar la tentación que en estas semanas podrían haber sentido muchos de los ahorristas que buscaron alternativas para capitalizarse. El cambio de expectativas que generó el revés electoral de agosto para el Gobierno ya generó ganancias de entre el 30% y un 100% sólo en septiembre para las acciones líderes y del panel general de la Bolsa porteña. Es lo mismo que un plazo fijo de los actuales sólo podría dar en más de dos años.
En las mesas de dinero de los bancos pagaban ayer arriba del 20% anual por los depósitos mayores al millón de pesos. La tasa es ofrecida hoy mismo por algunas entidades públicas que, no hace mucho, sólo llegaban a convalidar una del 11% promedio. Y es un indicador concreto de la falta de liquidez que sufren las entidades desde hace algunas semanas. Si bien podría representar también, un novedoso esfuerzo oficial por combatir la inflación y la demanda del dólar "cueva" con una dosis de ortodoxia.
El sistema financiero empezó a perder con más fuerza sus depósitos a la vista desde julio pasado. Las entidades públicas perdieron $ 5.000 millones en los últimos 30 días según las cifras que reveló el Banco Central en su informe monetario. Y sólo lograron, en el mismo tiempo, captar unos $ 1.000 millones en plazos fijos. Es lo que explica que hayan tenido que salir en estos días a captar con cierta desesperación plazos fijos en pesos.
El fondeo gratuito empieza a ser reemplazado de a poco por liquidez que supone un costo marginal más alto. Si bien desde el propio sector advierten que, actualmente, la proporción de los plazos fijos no llega todavía a la mitad de la liquidez que obtienen de sus depositantes, las entidades nunca se demoran demasiado en trasladar estos aumentos a los costos que cobran por sus créditos.
Con una Badlar que aumentó 400 puntos básicos en los últimos cinco meses, los grandes bancos privados del sistema resolvieron ajustar en la misma medida las tasas de sus créditos. De ahí que también presuman hoy mismo un piso más alto para las líneas bancarias en los próximos meses. El ajuste difícilmente sea la mejor receta que tenga a mano la heterodoxia en un momento en que la actividad crece todavía por debajo del 3% anual.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=709325