Si el Banco Central no le hubiera comprado dólares al Tesoro, este año la base monetaria hubiera crecido apenas a una tasa del orden del 18% interanual, contra el 31% que acumuló en los primeros seis meses del año.
Así lo expuso la última síntesis ejecutiva de Fundación Capital, que remarcó que: «el esfuerzo que está realizando la entidad monetaria para mantener la nominalidad lo más baja posible, esterilizando vía Lebac, se ve acotado por la emisión de pesos como contrapartida de las compras de dólares, producto de las necesidades de financiamiento del Tesoro».
En efecto, los adelantos transitorios al Tesoro, que llegaron a $ 96.500 millones y la compra de dólares al propio Gobierno, que llegó a $ 77.306 millones, fueron las dos principales razones de emisión del primer semestre. A diferencia de lo que ocurrió en los primeros cinco meses del año, el Banco Central en junio decidió adoptar una política monetaria más expansiva.
Mientras entre enero y mayo la base monetaria había acumulado una contracción de $64.578 millones, en las primeras tres semanas de este mes la base monetaria se expandió en $ 120.292 millones, lo que representa un salto de 15,9%.
Entre los factores de explicación del crecimiento en junio se destaca la emisión por financiamiento al sector público, por unos $ 41.828 millones. De hecho, hubo un aumento de los adelantos transitorios: en junio se entregaron $42.300 millones por este concepto, casi el 44% de todo lo que se destinó para esto en 2017 y un tercio de lo que había sido pactado para todo el año.
Pese a este crecimiento de la base monetaria, si se la compara con lo que ocurrió en 2016 se nota una desaceleración desde marzo. Concretamente, la tasa de crecimiento (promedio 30 días móviles) pasó de subir a un ritmo del 45,7% interanual a principios de marzo al 31,2% interanual al 21 de junio, es decir, 14,5 puntos porcentuales menos.
Uno de los hitos que explica este cambio de tendencia fue la reducción de los encajes bancarios que impulsó el Central en marzo lo que permitió que se liberaran cerca de $ 30.000 millones de depósitos que las entidades mantenían en las cuentas corrientes del BCRA.
«Respecto a los próximos meses, el Banco Central completará la transferencia de $ 150.000 millones acordados con Hacienda», adelantaron en Fundación Capital. Además, es probable que el Tesoro siga colocando deuda en los mercados internacionales, como sucedió recientemente con el bono a 100 años, «por lo que no se descarta que el Banco Central continúe comprando parte de este flujo de ingreso de dólares», agregaron.
Ahora, la autoridad monetaria deberá desentrañar como desarma el efecto «bola de nieve» que se generan los múltiples vencimientos de Lebac. «Si bien fueron el principal instrumento de esterilización monetaria en el primer semestre, los vencimientos resultan cada vez más abultados. De esta forma, se hace más difícil renovar el stock de letras, por lo que podría esperarse una menor absorción por esta vía que lo observado en la primera mitad del año», detallaron en el informe.
El mes que viene la entidad que preside Federico Sturzenegger enfrenta su vencimiento más abultado: unos $473.000 el 19 de julio.
«Estimamos que la base monetaria presentaría una tasa de crecimiento del orden del 24% interanual hacia diciembre de 2017(promedio 30 días móviles), continuando con la menor nominalidad pero aún con desafíos por delante», anticiparon en Fundación Capital.