Dejó la tasa en 27,25%. Mencionó la inflación de enero, que elevó el dato interanual. También datos de alta frecuencia que anticipan un dato de febrero muy negativo influido por aumentos tarifarios.
El Consejo de Política Monetaria del Banco Central (BCRA) mantuvo ayer estable en 27,25% a la tasa de referencia, el centro del corredor de pases a 7 días, tras considerar datos negativos de inflación en lo que va del mes y el impacto de la suba del dólar en los precios mayoristas de enero. Después de dos recortes a principios de año impulsadas desde el «ala política» del Gobierno que fueron a contramano de la marcha de los precios, la entidad conducida por Federico Sturzenegger dijo que ahora «extremará la cautela, aguardando señales de desinflación compatibles con el sendero buscado antes de relajar su política monetaria».
La decisión de la autoridad monetaria estuvo en línea con las expectativas de bancos consultados por El Cronista, que esperaban esta señal. Además, 30 analistas consultados por Bloomberg habían coincidido en no esperar cambios.
Para su decisión el BCRA sopesó el dato de inflación de enero del Indec. Con una suba del 1,8% para el nivel general de precios y del 1,5% para inflación núcleo (sin precios regulados ni estacionales) el dato interanual de aumentó levemente a 25%, luego de haber marcado 24,8% en diciembre.
Más importante aún, el BCRA mencionó el salto en la inflación mayorista durante el primer mes del año, que atribuyó en buena medida a la suba que sufrió el dólar desde diciembre pasado. «Los registros se ubicaron entre 4,6% y 5,0% respecto al mes previo y estuvieron impulsados por los productos primarios e importados, sobre los que impactaron la depreciación del peso y el aumento en los precios internaciones del agro y del petróleo», dijo el BCRA.
Desde diciembre se modificó la meta de inflación del 10% al 15% y se recortó dos veces la tasa de referencia, a pesar de que las expectativas estaban lejos del objetivo y la inflación aceleraba. La decisión «política» puso en duda que el mandato principal del BCRA siga siendo cumplir la meta. El dólar mayorista subió 5,2% desde entonces. Las expectativas de inflación para 2018 saltaron del 16,6% al 19,4%.
«El BCRA mantuvo estable la tasa argumentando cautela por el impacto del tipo de cambio sobre los precios mayoristas en enero y la aceleración de los precios minoristas en febrero, según indicadores adelantados», dijo Rodrigo Álvarez, de Analytica.
El Comunicado de Política Monetaria también se detiene sobre indicadores de inflación de alta frecuencia mediciones diarias de precios que «sugieren que la inflación de febrero (…) se ubican por encima de los valores de enero y del último trimestre de 2017».
«El BCRA marca que efectivamente va a haber una aceleración de la inflación con respecto al mes pasado, de ahí que haya tomado la decisión más prudente», dijo Gabriel Zelpo de Elypsis, quien prevé una inflación del 2,5% para este mes.
Por último, los analistas entendieron el comentario respecto a que la entidad extremará la cautela antes de relajar otra vez la tasas como un anticipo de que la relajación continuará tan pronto como sea posible.
«Sin datos positivos de alta frecuencia, inflación núcleo y expectativas de inflación, se detiene el sendero de baja de tasas», comentó Federico Furiase de EcoGo. «Entiendo que hasta que la inflación núcleo no rompa el 1,5% mensual, las expectativas bajen o los indicadores de alta frecuencia muestran una trayectoria a la baja, la tasa se va a mantener», dijo.
«Veo a un BCRA que explica por qué no baja la tasa, cuando los indicadores de inflación, inflación núcleo, expectativas y datos de alta frecuencia te empujarían más bien a un alza», dijo Hernán Hirsch, de FyE Consult. «Leo que está esperando algún elemento que le permita bajar la tasa, es un BCRA que le habla a otra área del Gobierno», concluyó.