El dólar oficial sube 11 centavos en dos ruedas a $ 8,395 y 2,21% en lo que va del mes. Acompaña así a los fuertes movimientos del paralelo que ayer tocó $ 14
En una rueda en la que la temperatura alcanzó los 30 grados centígrados en pleno invierno, el Banco Central (BCRA) ayudó a rememorar jornadas cambiarias de enero pasado. La entidad conducida por Juan Carlos Fábrega avaló una suba del dólar mayorista de 7,2 centavos ayer y de casi 11 centavos en lo que va de la semana a $ 8,39, para permitir el mayor movimiento del tipo de cambio oficial desde la suba del 23% que tuvo la divisa en el primer mes del año. Todo ello en el mismo día en el que el dólar informal tocó un nuevo récord de $ 14 y en el que las reservas cayeron u$s 89 millones, por ventas oficiales y pagos de energía.
El dólar oficial avanzó 0,86% ayer, casi lo mismo que avanzó en todo el mes pasado (0,99%) y el mayor avance para un sólo día desde el 24 de enero pasado (cuando saltó más de 3%).
En lo que va de agosto, el oficial avanza 18 centavos o 2,21% (un ritmo compatible con una suba anualizada del 26% en los próximos 12 meses), el mayor avance mensual desde marzo pasado, cuando había ganado 1,64%.
Cerca del Gobierno descartaban las comparaciones con enero por “exageradas”. A principios de año, señalaron, no existía el tope a las tenencias de moneda extranjera de bancos que no permite más de un 30% de su patrimonio en spot ni más del 10% en futuros que estableció la Comunicación A 5563 en marzo pasado. Los bancos, dijeron, ya no pueden hacer una corrida.
Sin embargo, en las mesas privadas señalan que la presión cambiaria llega por el lado de la oferta: lo que contribuye a los movimientos del tipo de cambio es el desincentivo que generó el default a vender al exterior e ingresar las divisas. La Cámara de la Industria Aceitera-Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) señala que son los productores los que retrasan ventas, no los exportadores. Sus números muestran que la semana pasada ingresaron a razón de u$s 80 millones al día, cuando a principios de julio entraban u$s 150 millones diarios.
No fue un día más para la “flotación administrada” que conduce el titular del BCRA ni para los bancos y operadores de la plaza cambiaria local.
La jornada arrancó con las palabras del “viceministro” de Economía, Emanuel Álvarez Agis, que aseguró en declaraciones radiales que el Gobierno no va a aplicar una devaluación.
“Nosotros no vamos a reinventar la historia. Siempre que el tipo de cambio aumenta bruscamente, Argentina enfrenta situaciones de tensión”, dijo en Radio Del Plata.
En el fogueado mercado porteño la negativa de un funcionario es leída en sentido inverso todas y cada una de las veces.
Antes de la apertura del mercado, a las 10 de la mañana, los operadores tuvieron otro motivo para levantar las cejas. Las listas que todos los días le entregan al BCRA para que autorice compras de divisas a sus clientes volvió llena de ceros.
“Nada, no importa la compañía ni el sector. Autorizaron sólo a pymes minúsculas, todo el resto fueron ceros”, dijeron en una mesa bancaria.
Las importaciones están trabadas hace rato, y desde el default del 30 de julio pasado más todavía, pero las listas llenas de ceros son especiales. El martes, cuando el dólar anotó una suba de 3,4 centavos (hasta entonces la más grande suba diaria desde enero pasado), aparecieron. Ayer volvieron a aparecer.
En el entorno de Fábrega no ocultan que no hay divisas para todo el que las pida, menos para grandes empresas que pueden pagar $ 12,38 por dólar a través del contado con liquidación. Y ni que hablar del caso automotrices, que acusan una caída del 30% en sus ventas pero exigen importar como siempre.
Como resultado, el volumen fue mínimo. Sólo unas pocas liquidaciones de exportadores conformaron la oferta. Además de u$s 10 millones que puso el propia BCRA.
Se operaron u$s 113 millones en las dos plazas mayoristas, el Siopel y el MAE. En julio, sólo el Siopel promedio u$s 150 millones diarios. A falta de actividad en el spot, aumentó en el mercado de futuros. El BCRA vendió fuerte para desarmar expectativas de devaluación y los montos se duplicaron. En el MAE se transaron u$s 424 millones y en el Rofex u$s 586 millones. Las tasa implícitas en los contratos más cortos bajaron de 30% a cerca de 28%, como resultado de las ventas oficiales.