El BCRA aspiró este jueves otros $43.420 millones a través de este instrumento para bancos. También bajó la tasa, a 60,8% anual, próximo al piso de rendimientos autoimpuesto por la entidad
Con estricto seguimiento de la desaceleración inflacionaria, el Banco Central continuó «secando» la plaza de pesos, en una jornada en la que logró una nueva reducción de tasas mientras el dólar cedió un 1,9 por ciento.
El Central subastó este jueves unos $189.162 millones en Letras de Liquidez (LELIQ) con un rendimiento promedio en baja a 60,753% anual, con un recorte de casi medio punto porcentual respecto del anterior 61,198 por ciento.
El máximo adjudicado en estas Letras a ocho días de plazo fue de 61,026 por ciento. Estos títulos de deuda son ofrecidos por el BCRA exclusivamente a bancos.
Frente a vencimientos en el día por $145.742, la entidad que preside Guido Sandleris concretó una fuerte aspiración de liquidez por unos 43.420 millones de pesos.
La entidad lleva absorbidos a través de LELIQ unos $301.530 millones desde comienzos de octubre. Este monto representa un 21,8% de la Base Monetaria (billetes y monedas en circulación, cheques cancelatorios en pesos y depósitos en cuenta corriente), por $1.384.218,3 millones, según el balance de la entidad al 23 de noviembre último.
En sintonía con la absorción de pesos del mercado financiero, con altas tasas de interés, también crece la dimensión de este pasivo en el balance del BCRA. Hoy el monto de las LELIQ se aproxima a los $700.000 millones, prácticamente la mitad de la Base Monetaria, que es el total del dinero con el que está funcionando la economía.
Retirar pesos de la plaza es fundamental para evitar que esta liquidez se vuelque a la demanda de dólares, profundizando la devaluación, o a consumo, presionando a una mayor inflación, y es consistente con la promesa de «crecimiento cero» de la Base Monetaria en términos nominales hasta junio de 2019.
La entidad que conduce Guido Sandleris debe enfrentar varios frentes a la vez. Mantiene la tasa de referencia en un altísimo 60% anual en pesos, para limitar el salto exacerbado del tipo de cambio y ajustar el sendero decreciente de la inflación, después de la fiebre de precios de septiembre, cuando el IPC del INDEC creció 6,5%, y octubre, con alza de 5,4 por ciento.
Para noviembre se espera una inflación en torno al 3% y algunos analistas aventuran que podría ser un poco menor, tendencia que brindó margen a la baja de 13 puntos porcentuales en las tasas, desde el 73,5% del pasado 8 de octubre.
El Comité de Política Monetaria del BCRA estudia la posibilidad de eliminar el piso de 60% para las tasas hasta fin de año, un compromiso asumido ante el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta decisión se conocerá el lunes 3 de diciembre, antes de la apertura de los mercados financieros.
La entidad monetaria tomará en cuenta el resultado del Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM), pues si, efectivamente, se concreta por segundo mes consecutivo un descenso de las expectativas de inflación para los próximos dos meses, estará habilitada para plantearse objetivos de rendimientos más bajos y menos perjudiciales para el desempeño de la economía.