El fuerte aumento del déficit fiscal en los primeros meses del año y el incremento de los adelantos transitorios llevó a que la mayoría de los analistas económicos modifique la estimación de la emisión de pesos que será necesaria para socorrer al Tesoro a lo largo de 2014. Como resultado, se estima que de los $ 94.000 millones que se transfirieron el año pasado se pasará a un nivel que no será inferior a los $ 180.000 millones. Y en caso de que el deterioro de las cuentas públicas continúe, incluso podría llegar a los $ 200.000 millones.
En lo que va del año, los adelantos transitorios suman $ 45.000 millones, por lo que se desprende que la expansión de moneda en lo que resta del año llegaría a $ 135.000 millones, en su totalidad para cubrir el agujero del déficit fiscal. "El rojo de las cuentas públicas estaría en el orden de los $ 230.000 millones incluyendo los pagos de intereses de la deuda. De esa cifra, $ 180.000 millones saldrán de la creación de pesos del Central", señaló el economista Nicolás Dujovne. En la misma dirección apuntó Daniel Artana, economista jefe de Fiel: "Ya en el primer semestre el aumento de adelantos transitorios más que duplicó lo que se había registrado el año pasado, casi $ 30.000 millones contra $ 11.000 millones. Y esta tendencia se mantendrá porque de algún lado deben salir los recursos para cubrir el gran aumento del gasto".
Con la certeza de fuerte expansión de dinero que se viene, la incógnita a develar es cuánto terminará absorbiendo el Banco Central. La baja de tasas de interés de la última semana indicaría que no existe la vocación de seguir emitiendo Lebac al ritmo que impuso el titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega, en los primeros meses de 2014. Carlos Pérez, ex director del Central, sugiere una manera distinta de mirar la política monetaria: "Es cierto que la base monetaria viene creciendo por debajo del 20%, pero cuando sumamos a ese concepto la emisión de títulos del Central te da un incremento mayor al 35%".
En lo que va del año el Central emitió $ 71.000 millones en títulos, que devengan una tasa de interés superior al 26% anual. Y como el stock de Lebac y Nobac supera los $ 180.000 millones, hacer frente a los vencimientos tiene un costo anual que se acerca a los $ 50.000 millones, lo cual también termina presionando sobre el resto de las variables monetarias.
La gran expansión de pesos que se avecina provocará que el Central llegue al límite de los niveles de emisión estipulados en la nueva Carta Orgánica que rige a la institución. Esos límites están relacionados con el nivel de la base monetaria y de la recaudación. ¿Cómo harán para seguir emitiendo sin violar la ley? Hay dos caminos: modificar esas condiciones, lo cual tendría un alto costo político, o directamente pedir un adelanto a cuenta de las ganancias contables del propio BCRA del 2014, que recién se conocerían en mayo de 2015, cuando el balance de la entidad sea aprobado por los auditores externos.
Ante semejante aceleración de la emisión, el escenario para los próximos meses luce complejo desde distintos puntos de vista:
• El aumento de la cantidad de pesos, pero combinado con escasez de dólares, le dio un impulso adicional al mercado paralelo. El "blue" ya roza los $ 14 y parece difícil que vaya a bajar significativamente de estos niveles en medio del default.
• La brecha cambiaria volvió a ampliarse y ya supera el 60%. Pero en la medida que el gobierno siga atrasando el tipo de cambio oficial, esa diferencia tenderá a crecer a medida que se acerque fin de año, generando una mayor retracción de los exportadores y más presión de importadores.
• La inflación volverá a estar nuevamente bajo presión, aunque es posible que en los próximos meses se mantenga en el rango del 2% mensual. Pero a partir de diciembre, coincidiendo con los meses de estacionalidad alta, podría tener un nuevo impulso, tal como sucedió a fines del año pasado.
• Tal vez la principal duda a esta altura es hasta cuándo podrá sostener el gobierno un dólar oficial que se retrasa mes a mes ante una inflación que se mantiene alta. Las historias de atraso cambiario nunca terminaron bien y cuanto más se demore en sincerar la situación más ruidosa sería la salida. La inflación acumulada ya se "comió" prácticamente toda la devaluación de enero, por lo que resultará difícil de evitar un nueva salto discreto del tipo de cambio.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=755163